• Apetatitlán
  • Adolfo Tenahua Ramos
Una vez más la inteligencia de la sociedad de Apetatitlán le dio la razón a la política, los fracasados siempre vivirán de arrastrados y fingirán liderazgo, aunque su verdadero objetivo es lograr un huesos.

La asamblea informativa celebrada el pasado sábado en Apetatitlán dejó en claro la falta de arrastre de los ex regidores panistas Erick Gutiérrez Morales  y Trinidad Ramírez, quienes apenas lograron convocar a unas 50 personas de todo el municipio, pese a contar con la presencia del presidente de la capital, Alfonso Sánchez García.

Solo por recordar, el oportunista Erick Gutiérrez Morales fue al que, en marzo de 2022 se le juntaron sus novias en la Unidad Habitacional Petroquímica y se armó un escándalo de golpes y jalones de greñas para saber quién era la dichosa de ganarse el trofeo: el amor del regidor calenturiento.

Regresando al tema, el reducido número de asistentes mostró que este grupo carece de liderazgo y fuerza real en Apetatitlán. Entre los presentes se encontraban figuras políticas desgastadas como la ex candidata del PAN-PRI, Mary Cruz Sosa, y el actual regidor Paul Ramírez Rodano, cartas que difícilmente representan una opción fresca para la ciudadanía.

La familia Gutiérrez Morales suma ya tres intentos fallidos por alcanzar la alcaldía, lo que los ha convertido en sinónimo de derrotas electorales. Su historial de fracasos los coloca como un verdadero amuleto de la mala suerte para quienes se les acercan.

Mientras tanto, la indefinición del rumbo político en el municipio abre la pregunta sobre dónde están los verdaderos morenistas y si serán los proyectos de la senadora Ana Lilia Rivera, el diputado federal Vázquez Concha o incluso Movimiento Ciudadano, quienes logren ocupar ese vacío.

Una vez más la inteligencia de la sociedad de Apetatitlán le dio la razón a la política, los fracasados siempre vivirán de arrastrados y fingirán liderazgo, aunque su verdadero objetivo es lograr un huesos.