• Tlaxcala
  • Adolfo Tenahua Ramos
Hasta ahora, el INAH, el INBA y las autoridades locales no han emitido una postura oficial sobre el caso.

 La colocación de una carpa de circo en la Plaza de Toros Jorge “Ranchero” Aguilar, como parte de las actividades por los 500 años de la ciudad, genero inconformidad en matadores de toros,  instituciones culturales, al sector taurino y a la sociedad civil.

El recinto, construido en el siglo XVIII y catalogado desde 2017 por la UNESCO como parte del Patrimonio Mundial del Conjunto Conventual de Nuestra Señora de la Asunción, fue utilizado como escenario de espectáculos circenses. La decisión generó inconformidad entre toreros y aficionados a la tauromaquia, quienes señalaron que se trata de un espacio emblemático, no solo para la fiesta brava, sino para la identidad cultural de la capital tlaxcalteca.

De acuerdo con testimonios de integrantes de la afición taurina, la medida fue autorizada sin consultar a quienes mantienen viva la tradición taurina en la entidad, lo que consideran una falta de sensibilidad hacia el valor simbólico del recinto. “Es un ultraje a nuestra plaza más representativa”, expresaron algunos críticos.

A la par, especialistas en patrimonio consultados advierten que este tipo de intervenciones pueden contravenir los lineamientos de preservación de sitios inscritos en la lista de la UNESCO, que exigen un uso responsable y respetuoso de los espacios históricos.

Hasta ahora, el INAH, el INBA y las autoridades locales no han emitido una postura oficial sobre el caso, mientras las críticas aumentan generando  tensión entre las celebraciones contemporáneas y la conservación del patrimonio cultural.

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