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“Yo soy licenciada, licenciada, como dice mi expediente”, repitió con insistencia la secretaria de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, luego de que diversos medios nacionales la exhibieran por presuntamente falsear información en su currículum profesional, al incluir una maestría que —según documentos públicos— no existe más que en su intención y en pausa “temporal”.
Entrevistada la funcionaria luego de asistir a la inauguración de la feria de Tlaxcala, fiel a su estilo de discurso largo y circular, aseguró que “no hay mentiras ni falsedades”, y que la polémica sobre su formación académica es tan solo una confusión que, según dijo, “se generó por el mucho trabajo" que ha tenido.
Rodríguez Zamora explicó que inició su maestría antes de asumir el cargo, pero tuvo que suspenderla porque “la vida de funcionaria es muy demandante y uno tiene que priorizar al turismo… y al país, claro”. Por eso —aclaro, “la maestría está en pausa temporal, pero yo soy licenciada, licenciada”, enfatizó, como si la repetición bastara para obtener un posgrado honoris causa.
Sin embargo, los registros públicos muestran que en su declaración patrimonial oficial ante la Secretaría de la Función Pública solo figura la licenciatura en Administración de Empresas por la Universidad Iberoamericana de Puebla, sin rastro alguno del posgrado que aparece en su perfil institucional de la Secretaría de Turismo: una “Maestría en Alta Dirección” por la Universidad del Valle de Tlaxcala.
Y aunque en los pasillos de la dependencia se murmura que la funcionaria “tiene más pausas que títulos”, Rodríguez Zamora insiste en que todo está en orden, que “no hay nada ilegal”, y que el verdadero título se gana con el corazón, las ganas y el conocimiento.
“Además de licenciada, soy de corazón”, dijo la funcionaria mientras recordaba que la presidenta exige resultados en materia turística. “Y eso es lo que estamos dando”, añadió, sin precisar si se refería a los destinos o a los pretextos.
Sin embargo a Rodríguez Zamora se le olvida que si un funcionario presume grados académicos que no están registrados, se incurre en falsedad o engaño hacia la administración pública, como señalaron diversos portales que revisaron los expedientes oficiales.
Mientras tanto, la Licenciada sigue defendiendo su verdad académica, prometiendo que “algún día, cuando el tiempo me dé”, terminará su maestría. Tal vez entonces se gradúe también de las polémicas que ella misma fabrica.


