- Tlaxcala
A pesar de los múltiples cuestionamientos que han marcado su gestión al frente del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET), el magistrado Miguel Nava Xochitiotzi se registró en el proceso que conduce el Senado de la República para buscar su reelección como integrante de ese órgano jurisdiccional, en un acto que diversos actores políticos y jurídicos calificaron como innecesario y ofensivo para la vida institucional del estado.
El nombre de Nava Xochitiotzi encabeza la lista de 38 aspirantes que buscan ocupar la magistratura que quedará vacante al concluir su periodo constitucional. Su intento de continuidad ocurre en medio de un ambiente de desconfianza hacia el tribunal, tras una serie de resoluciones contradictorias, presuntos usos discrecionales de recursos públicos y acusaciones por subordinación política al Ejecutivo local.
Durante su presidencia, el TET fue escenario de decisiones que generaron controversia, como la anulación de la elección municipal de Huamantla y la asignación de una diputación a Movimiento Ciudadano, fallos que posteriormente fueron revocados por la Sala Regional Ciudad de México del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), dejando en evidencia la falta de rigor jurídico en las resoluciones locales.
A esos episodios se suman señalamientos por gastos injustificados, viajes sin relación institucional y un ambiente interno de opacidad, lo que, de acuerdo con abogados litigantes, ha erosionado la confianza en el árbitro jurisdiccional. “El Tribunal perdió su autonomía bajo una gestión más política que jurídica”, sostienen representantes partidistas que han interpuesto recursos ante instancias federales.
La lista difundida por la Comisión de Justicia del Senado incluye también a figuras con amplia trayectoria en el ámbito electoral y judicial, como Luis Manuel Muñoz Cuahutle, Gustavo Tlatzimatzi Flores, Lino Noé Montiel Sosa, Elías Cortés Roa y Pedro Sánchez Ortega, entre otros. Sin embargo, el registro de Nava Xochitiotzi generó especial atención por el historial que arrastra su gestión.
El proceso de renovación del TET se desarrolla a pocos meses de que inicie la preparación de las elecciones locales de 2026, en las que estarán en juego la gubernatura, las diputaciones y los 60 ayuntamientos. En ese contexto, la eventual continuidad de Nava Xochitiotzi podría profundizar la crisis de legitimidad del tribunal.
Organizaciones ciudadanas, litigantes y ex funcionarios han coincidido en que su reelección sería un retroceso. “Más que experiencia, dejaría una huella de descrédito. Tlaxcala necesita magistrados autónomos, no burócratas judiciales al servicio del poder”, señalaron.
De confirmarse su aspiración, el Senado de la República enfrentará el dilema de avalar la continuidad de un proyecto cuestionado o apostar por un relevo que devuelva credibilidad al sistema electoral tlaxcalteca.


