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Mientras la diputada federal del Partido del Trabajo (PT), Irma Garay Loredo, difundió un comunicado para presumir la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2026 le siguen faltando resultados, su ausencia en Tlaxcala y su oportunismo político, es lo que la ha caracterizado.
Garay celebró que en la Cámara de Diputados se aprobó el PEF con 355 votos a favor, 132 en contra y cero abstenciones, destacando —como si fuera logro propio— que el presupuesto garantizará la continuidad de programas sociales, con beneficios para Tlaxcala.
Sin embargo, militantes del PT, ciudadanos y actores políticos locales denunciaron que la legisladora no tiene trabajo legislativo visible, ni iniciativas relevantes, ni presencia en territorio, más allá de levantar la mano en San Lázaro para seguir la línea de su bancada.
“Solo aparece para la foto cuando hay que votar. En Tlaxcala nadie la ve, no escucha a la gente y no rinde cuentas. ¿Cómo puede hablar de beneficios para Tlaxcala si ni conoce las necesidades del estado?”, reclamaron simpatizantes del propio PT que exigen renovación interna.
Señalan que, lejos de construir una agenda propia o impulsar reformas útiles para la entidad, Garay se limita a repetir el discurso federal y a colgarse de decisiones colectivas, como el Presupuesto, para simular trabajo político.
Dentro del PT, existe molestia por lo que algunos describen como un grupo cerrado que mantiene estancado al partido en Tlaxcala, encabezado por Garay, impidiendo avances, renovación o apertura con las bases.
De acuerdo con voces internas del petismo, el partido está desconectado de la ciudadanía, no tiene estructura activa en comunidades, y la diputada “solo aparece cuando hay procesos electorales o cuando busca reflectores”.
En su comunicado, Irma Garay aseguró que el presupuesto 2026 impulsa un modelo humanista, con incrementos a salud por más de 84 mil millones de pesos y atención a infraestructura, medio ambiente y programas sociales.
Pero para tlaxcaltecas su postura resulta contradictoria:“Habla de bienestar y apoyo a las familias, pero jamás se para en los municipios, jamás escucha a la gente. ¿A quién representa realmente?”, cuestionan ciudadanos.
La diputada ha perdido credibilidad y lo único que ha hecho es secuestrar el partido, trabajar para intereses personales sin apoyar a los ciudadanos, quienes la critican por el olvido, el derroche y el protagonismo.


