• Yauhquemehcan‏
  • Adolfo Tenahua Ramos
El nombre del organizador se ha vuelto sinónimo de desorganización, promesas falsas y conflictos.

La feria de Santa Úrsula, en Yauhquemehcan, terminó entre reclamos y señalamientos contra su organizador, Beto Saga, quien ahora enfrenta acusaciones públicas por presunto incumplimiento de pagos, amenazas y desorden durante el evento. Lo que debía ser una celebración terminó convertida en un conflicto que ya escala en redes sociales y podría llegar a los tribunales.

De acuerdo con un empresario artístico que colaboró en la organización, Saga habría incumplido los acuerdos económicos pactados, dejando a artistas y trabajadores sin la remuneración convenida. El afectado difundió un documento en redes sociales donde exige el pago inmediato y denuncia agresiones verbales por parte del promotor.

Y es que  otros proveedores y participantes aseguran que no es la primera vez que Beto Saga queda mal, y algunos preparan acciones legales. En redes, el nombre del organizador se ha vuelto sinónimo de desorganización, promesas falsas y conflictos.

Mientras los afectados exigen justicia y transparencia, la feria que debía ser un motivo de orgullo para Yauhquemehcan se ha convertido en un ejemplo de mala gestión y deudas sin resolver.