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En plena crisis interna por salarios bajos, falta de uniformes y desatención a las demandas laborales por parte de trabajadores de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Tlaxcala (Coeprist), la titular Mónica Yazmín Jiménez Gutiérrez, decidió ausentarse del cargo para tomar unas vacaciones en Cancún.
El vuelo estaba programado para este jueves a las 8:02 de la mañana, se retrasó unos minutos y despegó pasadas las 8:30 para aterrizar en la ciudad turística a las 11:13 de la mañana. Portaba sombrero beige con una cinta café, ropa obscura y gafas.
Salió del aeropuerto del estado de Puebla cargando maletas, iba con varios miembros de su familia, sin importar el escándalo que reventó en su chamba.
La funcionaria cínicamente decidió tomarse unos días de descanso en plena semana laboral, incurriendo así en una falta administrativa, que debería aplicarse, ya que está vacacionando en horario de oficina.
Aún y cuando sea la titular del organismo, debe predicar con el ejemplo y trabajar las jornadas laborales completas
Por si fuera poco, esta mañana trabajadores se manifestaron por las precarias condiciones en que desempeñan su labor, así como el abuso, prepotencia y actos de discriminación en los que incurre la funcionaria.
El hecho ha sido calificado por empleados como una muestra de indiferencia y falta de compromiso, pues mientras ellos exigen lo mínimo para desempeñar su labor, la funcionaria optó por dejar las oficinas sin dirección en pleno conflicto.
“Nosotros seguimos trabajando en condiciones precarias, sin apoyo y con sueldos que no alcanzan, mientras la directora disfruta de su descanso. Parece que su prioridad no es el personal ni el servicio público”, expresaron algunos trabajadores que participaron en la manifestación de este jueves.
Los inconformes aseguraron que desde hace semanas no reciben respuesta a sus peticiones, y que la ausencia de la titular solo confirma el abandono institucional que enfrenta la dependencia.
En redes y entre el propio personal, crece la percepción de que la Coeprist carece de rumbo, con una dirección más preocupada por asuntos personales que por resolver los problemas internos que afectan el funcionamiento del organismo.
Mientras los trabajadores mantienen su protesta, la titular anda en bikini vacacionando sin importarle las consecuencias y las protestas de su propio personal.