- Política
Tal y como se anunció, el Festival de Paellas de la Feria de Tlaxcala se convirtió en una simple pasarela política para los suspirantes lorenistas quienes, junto con la gobernadora del Estado, Lorena Cuéllar Cisneros, convirtieron este evento en su presentación oficial ante la sociedad, como si se tratara de una fiesta de XV Años y donde el festejado principal pareció ser el alcalde capitalino, Alfonso Sánchez García.
Sin ninguna sorpresa, los chambelanes que aspiran a suceder en el cargo a la mujer más votada y ahora la más criticada de la historia, tuvieron que adoptar su papel y en un acto de sumisión, se formaron para la foto oficial como se les indicó, sin que nadie objetara nada, además de haber recibido la instrucción de no hacer aspavientos durante este evento, donde el único autorizado para disfrutar de la fiesta fue el junior de Alfonso Sánchez Anaya, Alfonso Sánchez García, con quien tiene una deuda de vida.
El mensaje de la mandamás tlaxcalteca fue claro, nadie más que ella será quien lleve la batuta de las corcholatas gubernamentales, tan es así, que el evento repleto de funcionarios de las diferentes dependencias que tuvieron que desembolsar voluntariamente a fuerza sus tres mil 250 pesos para comer una porción de arroz batido con salchichas, tuvieron que esperar una hora más a que llegara la mandataria estatal.
Ya con su arribo se dio la orden de sonar la campana, aunque antes ya había iniciado la pasarela política que pareció ser más la fiesta de presentación del alcalde capitalino y de la líder de Morena, Marcela González Castillo, quienes se anduvieron paseando por todas las mesas, aunque no faltaron los oportunistas que decidieron acudir hasta su lugar a saludarlo y tomarse la foto, por si las dudas.
Más tarde se incorporó la titular de la Secretaría de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, la cual, pareciera haber arribado más por compromiso que para aprovechar la ocasión para placearse como lo ha hecho en otros eventos, básicamente ocupó su lugar y solo esperó hasta que le ordenaran acudir a la foto del recuerdo.
Y a pesar de que el diputado federal y también abierto aspirante a la gubernatura, Raymundo Vázquez Conchas, se lució al haber fungido como padrino de paella e intentar llamar la atención de los asistentes y sus invitados especiales, una vez más, quedó demostrado que los invitados a la comida de la señora solo fueron sus corcholatas oficiales.
Así fue como transcurrió el Festival de Paellas de la Feria de Tlaxcala, el cual quedó reducido a una simple fiesta de presentación para el alcalde capitalino y su esposa, por lo que, de no haber cambios de última hora, todo indica que la señal fue más que clara para apoyar al junior, le pese a quien le pese, pues su deuda con los Sánchez Anaya pareciera pesar más que cualquier otra cosa.
Fue así, como después de degustar sus platillos, las corcholatas recibieron la indicación para posar en la fotografía oficial que, de inmediato fue circulada entre los medios de comunicación, misma en la que aparecen Lorena Cuéllar Cisneros al centro; Josefina Rodríguez Zamora y Alfonso Sánchez García a sus costados; mientras que de relleno y con una sonrisa forzada, Vicente Morales Pérez, Carlos Augusto Pérez Hernández, Homero Menses Hernández y Carlos Luna Vázquez.
Nunca la verán en eventos fifis
Aunque inicialmente se tenía previsto el arribo de la senadora y puntera en las encuestas, Ana Lilia Rivera Rivera, finalmente, fue la propia legisladora quien decidió marcar su distancia al percatarse de que se trataría de una fiesta organizada para el alcalde capitalino y su esposa, por lo que desde horas antes, adelantó que, quienes la conocían bien, saben perfectamente que no gusta de acudir a eventos de este tipo (fifis), por lo que descartó su asistencia al mismo, dejando entrever que estaba sabedora de que todo lo convertirían en una simple pasarela política, con invitados especiales de las diferentes dependencias gubernamentales y no con la población en general, decisión que respaldó el senador José Antonio Álvarez Lima.
Algo similar ocurrió con el poderoso titular de la Secretaría de Finanzas del Estado de México, Oscar Flores Jiménez y su aliada Dulce Silva Hernández, quienes tomaron la sabia decisión de no acudir a una fiesta a la que no fueron invitados.