- Tlaxcala
En Tlaxcala, la manifestación anunciada por el Movimiento Generación Z terminó convertida en un acto casi simbólico.
La tarde del sábado los pocos simpatizantes que atendieron el llamado arribaron al Palacio de Gobierno, evidenciando desde el primer momento que la convocatoria no logró cuajar ni en la capital ni en Apizaco.
La escena fue tan tibia que, según trascendió entre organizadores, la posibilidad de dar marcha atrás al evento se analizó a última hora ante el riesgo de quedar exhibidos por la escasa presencia ciudadana. El movimiento que pretendía mostrar músculo social terminó enfrentando la falta de apoyo real.
Para evitar un descalabro completo, los jóvenes se desplazaron hacia las Escalinatas de los Héroes, donde encontraron a integrantes del Movimiento del Sombrero, quienes ya realizaban una protesta independiente.
La unión fue casi forzada, pero necesaria, pues permitió que la concentración no se desmoronara del todo y diera la impresión de mayor presencia.
Con pancartas y sombreros como distintivo, los manifestantes buscaron llamar la atención con mensajes que exigían mayor seguridad en el país. Pese a ello, el mal sabor de boca quedó en el ambiente: la movilización terminó siendo más pequeña de lo previsto y dejó en evidencia que el respaldo al Movimiento Generación Z en Tlaxcala está lejos de lo que sus dirigentes presumen.


