- Apetatitlán
La Unidad Deportiva Antonio Carvajal se ha convertido en un espacio asqueroso, deteriorado y completamente abandonado, reflejo del desinterés del alcalde de Apetatitlán, Azain Ávalos Marbán, quien no ha movido un dedo para rescatarlo.
El inmueble luce como un muladar: montículos de basura podrida, bolsas reventadas llenas de desechos orgánicos, charcos de líquidos fétidos y áreas verdes convertidas en tiraderos improvisados. Los vecinos aseguran que el olor a podrido se percibe desde la calle.
La falta de mantenimiento ha permitido la proliferación de ratas enormes, cucarachas, moscas y fauna nociva que merodea entre la basura acumulada. Incluso señalan la presencia de animales muertos tirados en distintos puntos, sin que ninguna autoridad se moleste en retirarlos.
Las canchas, antes utilizadas por jóvenes y deportistas, hoy están llenas de vidrios rotos, restos de bebidas alcohólicas, orines y grafitis. Los baños están inservibles, pestilentes y cubiertos de suciedad, al grado de que nadie se atreve a entrar.
A la suciedad se suma el abandono total en seguridad: el lugar se ha convertido en refugio para consumo de alcohol y drogas, lo que ha expulsado por completo a las familias y niños que antes acudían a hacer deporte.
Los vecinos culpan directamente al alcalde Ávalos Marbán por permitir que uno de los espacios más importantes del municipio se convierta en un vertedero a cielo abierto, pese a múltiples reportes, denuncias y solicitudes ignoradas.
Mientras el edil siga ausente, la Unidad Deportiva Antonio Carvajal seguirá siendo el símbolo más evidente de la desidia, la suciedad y la inutilidad del gobierno municipal.


