- Congreso
Organizaciones sindicales como la CROM, CROC y CTM, junto con otras agrupaciones obreras del país, hicieron un llamado enérgico al Congreso de la Unión para que acelere la discusión y aprobación de la reforma que establece una jornada laboral de 40 horas semanales, así como un salario base de 56 pesos por hora, al señalar que ambas medidas son ya una urgencia nacional para elevar la calidad de vida de los trabajadores y detonar una mayor productividad en los centros laborales.
Durante su posicionamiento público, líderes sindicales destacaron que México continúa rezagado frente a estándares internacionales en materia de derechos laborales, pues la mayoría de los países miembros de la OCDE operan con jornadas significativamente menores que las 48 horas vigentes en territorio nacional.
Subrayaron que reducir la jornada laboral no solo representa un avance en justicia social, sino que promueve mejores entornos laborales, mayor equilibrio entre la vida personal y profesional, reducción del agotamiento físico y mental, así como un incremento medible en el rendimiento y eficiencia de las empresas.
Además de la reducción de jornada, las centrales obreras también solicitaron que el Congreso revise el tratamiento fiscal de prestaciones como el aguinaldo y el pago de horas extras, para que ambos conceptos queden completamente exentos del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Argumentaron que estas prestaciones tienen por objetivo mejorar el ingreso real de los trabajadores, pero actualmente se ven mermadas por la carga fiscal, lo que limita su impacto y reduce su capacidad adquisitiva en temporadas económicas críticas, como el cierre de año.
Los líderes sindicales insistieron en que estas modificaciones no deben seguir postergándose, pues forman parte de una agenda laboral que ha sido discutida durante años y que, a su consideración, ya cuenta con el respaldo social necesario para su aprobación.
Enfatizaron que tanto la reducción de la jornada como los ajustes fiscales propuestos representan pasos fundamentales hacia un país que valore más la fuerza laboral, garantice condiciones dignas y responda a las exigencias de un mercado global competitivo.