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El dirigente estatal del PRI, Enrique Padilla Sánchez, cuestionó de manera enérgica el dictamen de reforma en materia hídrica que Morena pretende avalar esta semana, al afirmar que el documento fue construido “sin escuchar a quienes realmente dependen del agua para producir”.
Padilla sostuvo que el proyecto mantiene disposiciones que podrían traducirse en sanciones injustas para campesinos y ganaderos, además de otorgar a la autoridad federal facultades “poco claras y excesivas” para modificar concesiones o imponer restricciones. Recordó que el dictamen tampoco obliga al gobierno a invertir en infraestructura hidráulica, pese al deterioro que afecta al país.
El dirigente priista señaló que estos elementos convierten la propuesta en un riesgo directo para pequeños productores, quienes —dijo— quedarían sujetos a trámites, reportes y posibles castigos que “no corresponden a la realidad del sector”.
En ese sentido, anticipó que el PRI mantendrá su postura de rechazo y pidió que el proyecto sea desechado para elaborar una iniciativa nueva, abierta a la participación de agricultores, ganaderos e industrias del país. “No acompañaremos nada que perjudique al campo”, reiteró.


