- Tlaxcala
Tras el caos registrado el jueves pasado en la terminal de autobuses ATAH de Apizaco, el Consejo de Administración de la empresa fijó postura oficial y desmintió que se haya tratado de un bloqueo o cierre deliberado del servicio, como inicialmente se afirmó entre usuarios y testigos.
Durante las primeras horas del día, la central apareció cerrada y con unidades atravesadas en los accesos, lo que generó confusión entre pasajeros. Choferes se negaron a abordar a usuarios con boletos en mano, lo que provocó versiones sobre un paro, un conflicto sindical o un bloqueo derivado de supuestas diferencias entre socios particulares.
La falta de información inmediata obligó a que los pasajeros abordaran sus rutas desde calles aledañas, generando retrasos y molestias entre quienes se dirigían a Huamantla, Tlaxcala, Santa Ana, Xaltocan, Calpulalpan, Puebla y otros destinos.
Ante esta situación, ATAH explicó este día que lo ocurrido no fue un bloqueo ni una suspensión formal de operaciones, sino la acción de un reducido grupo de personas que intentó alterar la operación normal de la terminal.
Según la administración, estos individuos no actuaron bajo demandas legítimas ni procedimientos laborales válidos, sino que fueron “incitados por sus propios compañeros” y se negaron a cumplir las normas internas que regulan el servicio.
ATAH subrayó que, a pesar de los intentos de desinformación, las rutas y horarios continuaron operando, y que los inconvenientes registrados fueron producto del comportamiento de este pequeño grupo, no de una medida oficial o de una falla estructural en el servicio.
Sin embargo, ante el tema central del conflicto que fue el boletaje, ya que los empresarios exigen a los operadores que los usuarios compren en taquilla su boleto de abordaje, la empresa recordó que cada boleto adquirido por el usuario es la garantía del Seguro del Viajero, el cual permanece vigente y cubre a los pasajeros durante todo su trayecto. Este punto, destacó la administración, es fundamental ante rumores que intentaron poner en duda la validez del servicio y la seguridad del pasajero.
El Consejo de Administración aseguró además que todas las prestaciones de los operadores se encuentran actualizadas, incluidos seguros, pagos, condiciones laborales y obligaciones contractuales, por lo que rechazó que existan adeudos o irregularidades que justifiquen protestas de este tipo.
Finalmente, el Consejo de Administración reiteró su compromiso con el transporte seguro, la continuidad operativa y el cumplimiento laboral, además de señalar que se tomarán medidas para evitar que incidentes aislados como el del 4 de diciembre vuelvan a afectar a los usuarios o generen incertidumbre en la terminal de Apizaco.