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El presidente municipal de Tlaxcala, Alfonso Sánchez García, nuevamente fue menospreciado por sus homólogos, luego de que a través de Palacio de Gobierno, hicieran un llamado para invitación cónclave de la asociación “patito” de la AMTLAX, evidenciando que el talento no se hereda y que el liderazgo es algo que simplemente no se le da al junior.
La intención meramente política de posicionar entre sus compañeros alcaldes al junior, simplemente no ha funcionado y aunque la gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, ha fungido como su portavoz para presionar a los ediles a sumarse al proyecto virreinal, no más no ha logrado cuajar, muestra de ello su caída en las preferencias electorales rumbo a la sucesión de 2027.
Y es que los presidentes municipales, no ven alguna razón para trabajar en favor de la familia Sánchez sino hay algún beneficio de por medio, algo que no ha querido hacer la gobernadora para generar al menos algo de simpatía para el inexperto político tlaxquense.
Su programa “estrella”, peso a peso es un golpe al bolsillo de los ediles que ven como las obras se inflan considerablemente y el recurso que podrían recuperar, va a parar a las cuentas bancarias de los que se han visto beneficiados por la administración más criticada en la historia del estado.
Eso ha permeado para que no le hagan caso al junior, además del mal que le ha generado su concubina, quien a base de amenazas y con el garrote en la mano, quiere obligar a los alcaldes a un apoyo político, olvidando que la política no se realiza de esa manera.
Los alcaldes en su mayoría no comparten el ideario de un gobierno en donde solo hay unos cuantos en la corte y los demás son sus vasallos, ya que les piden dinero y no ha ayudado alguna, eso sí, afirman que junior será gobernador por divinidad como sucedía en el medievo.


