• Salud
  • Adolfo Tenahua Ramos
La persona encargada de recibir en urgencias se encontraba dormida y reaccionó molesta al ser despertada.

Una denuncia por presunta negligencia y maltrato fue realizada por familiares de una paciente con enfermedad crónica en etapa terminal, luego de que —aseguran— se les negara atención médica de urgencia en el Hospital General de Tlaxcala durante la madrugada.

De acuerdo con el testimonio, los hechos ocurrieron alrededor de las 2:00 de la mañana, cuando la paciente fue trasladada al área de urgencias en estado delicado y casi inconsciente. 

Sin embargo, al llegar al hospital, la persona encargada de recibir en urgencias se encontraba dormida y reaccionó molesta al ser despertada.

La denunciante relató que, lejos de activar un protocolo de emergencia, la trabajadora del hospital se negó a brindar atención médica argumentando falta de espacio y pidió que regresaran otro día. 

Incluso, señaló que la paciente fue regañada y cuestionada por no “aguantar” hasta después, pese a su condición grave.

Ante la insistencia de los familiares y la desesperación por la salud de la paciente, la respuesta fue nuevamente negativa. 

Posteriormente, la trabajadora se encerró en su oficina y ordenó que se retiraran del lugar, solicitando apoyo policial para impedirles el acceso al hospital, por lo que fueron desalojados y las puertas cerradas.

Los afectados calificaron la experiencia como humillante e indignante, y cuestionaron que personal sin sensibilidad ni vocación ocupe puestos clave en instituciones de salud pública, donde —afirman— se debería priorizar la atención humana y oportuna, especialmente en casos de emergencia.

Este caso se suma a otros dónde la negligencia y la irresponsabilidad del sector salud público es una constante, sin que la Secretaría de Salud tome cartas en el asunto y por el contrario proteja y solape este tipo de abusos.

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