Las empresas señalan que personal de la dirección del nosocomio, les ha argumentado que no cuentan con los lineamientos de salud y administrativos requeridos.
Un hospital público que se financia con dinero de los contribuyentes y que, en lugar de cumplir su deber, le da la espalda a la gente para celebrar entre risas y aplausos mientras los enfermos esperan afuera.