A partir del 22 de abril se suspenderá o diferirá la atención en especialidades como urología, traumatología, dermatología, neumología y oftalmología, entre otras.
Un hospital público que se financia con dinero de los contribuyentes y que, en lugar de cumplir su deber, le da la espalda a la gente para celebrar entre risas y aplausos mientras los enfermos esperan afuera.