La interrupción del suministro ha dejado a miles de personas sin acceso al vital líquido, afectando no solo el bienestar de los habitantes, sino también la limpieza y las actividades cotidianas.
El municipio se encuentra en una encrucijada, entre la necesidad urgente de atención a los problemas de inseguridad y la falta de liderazgo visible por parte de las autoridades locales.