Un hospital público que se financia con dinero de los contribuyentes y que, en lugar de cumplir su deber, le da la espalda a la gente para celebrar entre risas y aplausos mientras los enfermos esperan afuera.
Los docentes hacen un llamado a las autoridades laborales y de educación para investigar la situación y garantizar el respeto a los derechos sindicales y laborales de los más de 700 agremiados del STACOBAT.