- Tlaxcala
Una vez más el titular del Poder Ejecutivo muestra la incongruencia entre lo que sale de su boca y lo que obra a nivel del tejido social roto, en el marco de una gira realizada por el municipio de Texoloc, el mandamás cual patrón de hacienda del siglo pasado, llegó con una hora y media de retraso para inaugurar obras por alrededor de cinco millones de pesos.
Entre los trabajos encaminados para ese tejido social roto que dijo compondría, destaca la rehabilitación de un pozo en el que se invirtieron 4.4 millones de pesos provenientes de una mezcla de recursos federales y estatales, así como la rehabilitación de un Centro de Salud en donde se invirtieron 490 mil pesos.
Como sintiéndose en los años en donde la información no fluía a toda la población y se transmitía difícilmente dadas las condiciones de la época, el ejecutivo se congratuló al anunciar que en el Centro de Salud se cumple con el 98% del abasto de los medicamentos para quienes acuden a este centro de primer nivel.
La incongruencia es que mientras el gobernador anuncia que hay abasto de medicamentos la realidad es que no existe tal situación y eso lo sabe el tejido social roto que acude a los centro de Salud y se encuentran con un desabasto de medicinas en el cuadro básico que en el caso de los más desprotegidos es un duro golpe a la economía familiar.
Esto sin tomar en cuenta los medicamentos que requieren cirugías u operaciones de mayor riesgo, en donde a pesar del discurso del ejecutivo, la realidad es la que padecen esas familias que pertenecen al tejido social roto que tienen que lidiar no sólo con el padecimientos de sus familiares, sino con un desabasto de medicinas a pesar de contar con el Seguro Popular.
Un aspecto no menos importante es la falta de especialistas en los turnos en los hospitales, ya que mientras su política de austeridad pretende despedir mil trabajadores para tener un ahorro, el escenario es que no existen suficientes médicos, principalmente especialistas para cubrir los turnos en los diferentes hospitales del estado, no obstante, sus planes de desmantelar el Hospital Infantil de Tlaxcala (HIT) por ser una huella de su enemigo y antecesor Héctor Ortiz Ortiz.