• Tlaxcala
  • Adolfo Tenahua Ramos
El predio fue donado hace varios años con la intención de destinarlo a espacio público.

Un nuevo desarrollo de vivienda social impulsado por el Infonavit en la comunidad de Ocotlán ha generado inconformidad entre vecinos y dudas sobre la planeación de la obra, pues se realiza en un predio que no cuenta con servicios públicos ni infraestructura mínima para recibir un asentamiento de este tipo.

El proyecto contempla la construcción de 100 casas como parte del programa federal de Vivienda para el Bienestar. Sin embargo, el área elegida —ubicada cerca del bulevar Gasoducto— carece de condiciones básicas: no existen redes de drenaje, agua potable o alumbrado; tampoco se han trazado calles adecuadas ni se ha confirmado la realización de estudios técnicos que respalden la viabilidad del desarrollo.

De acuerdo con habitantes, el terreno fue donado hace varios años con la intención de destinarlo a espacio público; no obstante, permaneció en desuso hasta que ahora fue retomado para las nuevas viviendas. La decisión sorprendió a los residentes, quienes aseguran que no hubo socialización previa ni explicación sobre cómo se resolverán los servicios que requiere el fraccionamiento.

Otro de los reclamos se centra en el acceso al lugar: la única vía disponible es una calle angosta que difícilmente permitirá la circulación de vehículos una vez construido el conjunto. A ello se agregan preocupaciones por el manejo del agua pluvial, ya que la zona tiene pendientes que podrían provocar problemas de escurrimientos.

La situación se complica debido a que, a un costado del predio, avanza un proyecto privado que pretende añadir unas 200 viviendas más. La combinación de ambos desarrollos incrementaría de manera significativa la demanda de servicios, situación que los vecinos consideran insostenible bajo las condiciones actuales.

Entre los puntos más delicados se encuentra el abastecimiento de agua. Los vecinos señalan que existe la intención de conectar los nuevos fraccionamientos a la red de Ocotlán, la cual pertenece a la comunidad y no a la capital, lo que podría provocar conflictos administrativos y escasez del servicio.

Mientras las autoridades definen responsabilidades, las obras de limpieza y preparación del terreno ya comenzaron, lo que ha aumentado la preocupación de los habitantes, quienes piden que se garantice primero la infraestructura antes de avanzar con la construcción de viviendas.

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