• Tlaxcala
  • Luis Castillo
Mientras el mandatario muestra su molestia a jubilados, ellos le dicen “Que Dios lo bendiga gobernador”

Una vez más Mariano muestra su arrogancia y desprecio por “el tejido social roto” que mientras le pedían su apoyo y lo llenaban de bendiciones, visiblemente molesto el gobernador despreció sus demandas y hasta minimizó a un grupo de la Asociación de Jubilados y Pensionados del Estado de Tlaxcala, encabezados por Adriana Benítez Cuevas, aseverando que no son más de 20 personas para después dejarlos con la palabra en la boca.

Una de las jubiladas pidió al mandatario “devuélvanos un poco de los que nos quitaron”, como consecuencia de la Ley de Pensiones que se reformó en esta administración y derivado del conflicto que priva al interior de la organización por la presidencia de la Mesa Directiva, disputa en la que se presume el gobierno estatal apoya a una de las partes.

Textualmente le dijeron a Mariano “Gobernador vuelve a ser como antes eras con nosotros, no venimos a ofenderte, escúchanos en nuestras demandas, solo le pido a Dios que te mande bendiciones, Dios te bendiga”, luego de que una de las peticiones es la entrega de las llaves de la Casa del Jubilado y el reconocimiento de Adriana Benítez como presidenta de la Mesa Directiva.

En respuesta el autonombrado “ultimo de los mohicanos” se deslindó y subrayó que son situaciones en las que se deben de poner de acuerdo entre los jubilados y que no puede actuar en la ilegalidad, además de que hizo referencia en relación a la Reforma en la Ley de Pensiones, la cual aseveró tuvo un costo político muy alto para él.

El gobernador justificó en referencia a la Ley de Pensiones que en otros estados del país igualmente se realizaron cambios y presumió que el déficit que se tenía por las pensiones bajó de 24 mil a 7 mil 500 millones de pesos, asegurando que contaban con 8 años de no tener prestamos, servicio médico y medicinas, encontrando como respuesta por parte de los jubilados que los medicamentos los entregaban a cuenta gotas.

Los jubilados pidieron al ejecutivo una audiencia, a lo que el apizaquense respondió “no voy a salirme de la ley, lo que estaba en la anterior ley se puso en esta para que no salieran perjudicados, porque no lo puedo hacer así porque me lo rebota el Poder Judicial de la Federación”.

Adriana Benítez le aseguró no tener ambición por el poder para llegar a la Mesa Directiva y le dijo “Lo que quiero es vivir en paz y recordar que en otros tiempos usted era tan diferente y siempre veía por nosotros, pero si Teresa tiene compromiso con ustedes, que se quede, pero denos algo de lo que nos han quitado, nada más”, debido a que el gobierno estaría apoyando a Teresa Xicohténcatl como contrincante de Benítez Cuevas.

Con la molestia que le caracteriza el gobernador decidió marcharse dejando una plática inconclusa, en tanto que las jubiladas llenaban de bendiciones al mandatario para que nuevamente se preocupe por las necesidades en este caso de este sector.

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