- Salud
Con la apertura de una unidad completamente nueva, la Secretaría de Salud (Sesa) ampliará los servicios de hemodiálisis en el Hospital Regional “Emilio Sánchez Piedras”, ubicado en el municipio de Tzompantepec, y brindará atención a través de siete nuevas máquinas de última generación.
Con ello, la dependencia no solo ofrecerá un servicio en mejores condiciones, sino que ampliará la cobertura para pacientes con insuficiencia renal que así lo requieran.
Sólo de junio a septiembre, la Secretaría de Salud (Sesa) brindó más de 500 sesiones de hemodiálisis a los 42 pacientes registrados en la unidad del Hospital Regional.
Jesús Fragoso Bernal, secretario de Salud, informó que como resultado del control de desinfección que se realiza de manera rutinaria y programada a los equipos de hemodiálisis en el Hospital Regional de Tzompantepec, el 3 de junio pasado personal de Sesa detectó el crecimiento de bacterias en cultivos posteriores a la última sanitización.
Esta situación generó que el área fuera cerrada a partir del 10 de junio, pero el servicio nunca fue suspendido, porque la Sesa envió a los pacientes a otros nosocomios y cubrió todos los gastos, junto con la empresa Pasia, responsable de la maquinaria.
Esta atención se brindó de manera parcial en la Unidad de Hemodiálisis y en cuatro nosocomios públicos y tres privados, gracias a la coordinación y contratación de los servicios que esta dependencia gestionó en apoyo a los pacientes.
Fragoso Bernal explicó que la interrupción del servicio en el área fue necesaria para evitar complicaciones de salud en los 42 pacientes registrados en esta unidad.
Destacó que a través de la atención programada por la Sesa, los pacientes fueron remitidos al Hospital Infantil de Tlaxcala, los institutos Mexicano del Seguro Social (Imss), de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), el Hospital Humanitas, la Beneficencia Española y Gifyt.
Sin embargo, Fragoso Bernal aclaró que algunos familiares determinaron realizar sesiones de hemodiálisis en forma independiente a la Secretaría, “pero han sido decisiones personales y en muy pocos casos”.
Explicó que el 24 de junio, autoridades del sector Salud realizaron una reunión con la empresa Pisa S.A. de C.V., para conocer los resultados de los cultivos tomados días previos, los cuales nuevamente fueron positivos.
“Se constató el crecimiento de bacterias, por lo que se determinó el cambio total del sistema y equipo del servicio de hemodiálisis”, destacó el funcionario.
Posterior a esta fecha, y al no cumplir con el tiempo establecido para subsanar las deficiencias, el 14 de agosto, se llevó a cabo la recisión de contrato en comodato de cuatro máquinas con la empresa Pisa S.A. de C.V., que operaba en la Unidad de Hemodiálisis del Hospital Regional de Tzompantepec.
También explicó que en la misma fecha se programó una firma de contrato con la empresa Fresenius Medical Care de México, la cual -a petición de las autoridades de salud-, se comprometió a brindar atención a los pacientes programados.
El 22 de agosto, la Unidad de Hemodiálisis del Hospital Regional de Tzompantepec reinició sesiones de manera parcial con dos máquinas y una planta de ósmosis portátil en beneficio de pacientes programados y de urgencias, en tanto se rehabilita la nueva unidad, que contará con siete máquinas nuevas permanentes.
Sobre el oficio presentado por representantes de la Agrupación Nacional por los Derechos Humanos y el Medio Ambiente, A.C., dirigido al Congreso del Estado, Fragoso Bernal aclaró que este documento no menciona fecha y solo refiere “septiembre de 2013”, y fue recibido por la Sesa el día que se dio a conocer ante los diputados locales.
El secretario de Salud explicó que el oficio presentado ante el Congreso anexa dos documentos previos; el primero signado por pacientes y familiares con fecha 25 de junio de 2013, el cual fue contestado en tiempo y forma por esta dependencia el 2 de julio, mediante la cual se explicó la situación por la que atraviesa esta unidad.
Por último, enfatizó que no ha fallecido ningún paciente a causa de la contaminación de la bacteria Pseudomona, pues ninguno tuvo contacto con el microorganismo que se detectó en cultivos microbiológicos de rutina mensual realizados en las máquinas de hemodiálisis.