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El medio hermano de la funcionaria federal enfrenta acusaciones por amenazas y lesiones por parte de su esposa.

Protegidos por la actual coordinadora de los Programas de Desarrollo del gobierno federal, Lorena Cuéllar Cisneros, jueces y elementos de la policía capitalina ayudan al medio hermano de la funcionaria Rubén Cuéllar Larios, quien no puede enfrentar la ley por los delitos de amenazas y lesiones y tampoco para obligarlo a cumplir con el pago de la pensión alimentaria para su hija.

 

Lo anterior lo denunció María Fátima Nolasco Gómez, quien dijo ser todavía la esposa de Cuéllar Larios, porque el proceso de divorció que inició hace unos meses aún no concluye.

 

La afectada que presentó las copias de las diferentes acciones legales emprendidas contra el medio hermano de Lorena Cuéllar, relató que ella trabajó diez años en el negocio denominado “La Arca” que se ubica en el boulevard Ocotlán, donde conoció a Rubén Cuéllar con quien después sostuvo una relación que les permitió procrear a una hija.

 

Sin ningún motivo, explicó, Cuéllar me despidió de mi trabajo en julio del año pasado, fecha en que ya no aportó ningún recurso para la manutención de nuestra hija. Tres meses después estando en mi hogar el sujeto me golpeó salvajemente, lo que derivó en una demanda donde las autoridades le ordenan desalojar el domicilio conyugal.

 

Ese mandato no se pudo concretar porque mi abogado se vendió, por lo que otra vez inicié los trámites legales que me permitieron tener en enero de este año una nueva orden de desalojo que se debido concretar el pasado 13 de febrero, sin embargo no fue posible por las maniobras legales a las que recurre el hermano de la influyente funcionaria federal para evadir su responsabilidad, comentó molesta.

 

Dijo que Rubén Cuéllar rentó de forma ficticia la casa donde vive y el lugar donde opera el negocio para llevar a cabo el desalojo de esos inmuebles donde ella tiene derechos, por lo que tuve que emprender otra acción legal para defenderse de esos abusos.

 

Hace unos días, agregó, procedí a cambiar cerraduras y candados, pero llegó Rubén Cuéllar acompañado de 12 personas armadas, quienes me golpearon y amenazaron con total impunidad. Aunque el hecho fue denunciado a la policía capitalina ésta nunca brindó el auxilio ni se presentó en el lugar pese a los llamados que se hicieron.

 

El abogado de mi marido es Manuel Vázquez Conchas, quien en todos lados se la pasan diciendo que tienen el apoyo de la Licenciada Lorena Cuéllar, de ahí que asegura que nadie intervendrá para terminar con los abusos de Rubén Cuéllar, señaló María Fátima Nolasco.

 

Para mi desgracia, añadió, no puedo acudir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pues ahí trabaja la esposa de Manuel Vázquez, quien ya me dijeron que se encargará de bloquear mi queja.

 

Ojalá alguien me escuche y se preocupe por mi caso, porque no es posible que funcionarios federales con cierto poder e influencia ayuden a sus familiares a cometer abusos contra una mujer y su hija, concluyó.

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