- Apizaco
Apizaco, Tlaxcala, 29 de julio de 2013
LIC. MARTIN RUIZ RODRIGUEZ
DIRECTOR DEL PERIODICO DIGITAL
“E-CONSULTA” TLAXCALA
PRESENTE
El que suscribe, Luis Rubén Lima Nava, de la manera más atenta me dirijo a Usted para hacerle unas aclaraciones respecto a una nota aparecida el día martes 23 del presente, en el diario digital que Usted dirige, con el título de “Cuenta Apizaco con edificaciones de valía internacional”.
Me permito presentar en lista dichas aclaraciones para su mejor identificación:
- La Basílica de Nuestra Señora de la Misericordia no tiene más de mil años, ni siquiera nuestra ciudad los tiene, su construcción data del año 1931.
- No se tiene conocimiento de que hayan sido cuatro los ingenieros que participaron en el proyecto de construcción sino tres.
- El párroco que estaba al frente de la entonces parroquia de Apizaco, era Adolfo Sebastiá, no Sebastián.
- No fue en 1934 cuando el santuario, (que no lo era, checar definición), se convirtió en parroquia, esto fue el 8 de agosto de 1873, y a partir de entonces se tiene el listado de los párrocos que ejercieron ahí su ministerio.
- En el mencionado texto, en el cuarto párrafo, línea cinco, se dice que los trabajos de construcción se inician el 23 de marzo de 1931, lo que contradice a lo dicho anteriormente: “… a más de mil años de su construcción”.
- El nombre del segundo ingeniero que estuvo a cargo de la obra de construcción es “José Pardo y LLop”, no Joll.
- En cuanto al tercer ingeniero constructor, su nombre es Rodolfo Zenteno, no Centena.
- Respecto al material utilizado para la construcción del altar mayor, se utilizó mármol de Carrara, población situada en Italia y no en España.
- En la siguiente línea se menciona la palabra “alquerías” y se refiere a “arquerías”
- Se dice en su artículo que Nuestra Señora de la Misericordia movió los ojos de forma milagrosa en los años 50, cuando fue el 17 de julio de 1796, en Rímini Italia, hecho cuya veracidad fue aprobada por el Sumo Pontífice Pío IX.
Considero que es importante publicar una fe de erratas, ya que una información con datos no verídicos causa críticas, o una gran confusión entre sus numerosos lectores.
Por último, sería justo hacer mención de la fuente donde se tomaron los datos de la publicación antes nombrada, y que es: “Historia de Apizaco”, del Presbítero e Historiador Luis Nava Rodríguez, como lo han hecho autores de otros artículos publicados donde se le cita como referencia bibliográfica.
Reciba un atento saludo y quedo de Usted,
ATENTAMENTE
C.P. LUIS RUBEN LIMA NAVA