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Urge regular el actuar de los servidores públicos y de legisladores; necesaria la transparencia, declaró.
  •      No debemos despertar dudas de nuestro proceder ante los ciudadanos
  •      Al final, si se aprobaron o reprobaron las cuentas públicas, habrán ganado el dictamen pero perdieron el juicio de la historia

México, DF,  02 de Noviembre de 2013.- Luego del circo protagonizado por diputados locales, el cual fue ampliamente comentado en medios locales y en los círculos políticos de la entidad, la Diputada Federal por Tlaxcala, Leonor Romero Sevilla, al ser cuestionada al respecto, dijo ser respetuosa de la soberanía de cada uno de los Poderes, tanto locales como federales, pero lamentó que los ciudadanos en general, duden del actuar de quienes se dedican a legislar a favor del pueblo.

Romero Sevilla dijo que, de acuerdo a lo que ha leído, diputados locales, en controvertida sesión, aprobaron cuentas públicas que – según lo comentado en la prensa – una noche antes estaban reprobadas y que, de acuerdo al vox populi, presentaban cada una senda alteraciones y estaban claramente viciadas.

Dijo que, según lo que leyó en varios medios locales, algunos diputados locales callaron a la hora de fijar su postura, no importaron sus ideologías ni los compromisos con los ciudadanos que por ellos votaron, al parecer, se privilegiaron los acuerdos políticos e incluso, de acuerdo a lo reseñado en algunas notas periodísticas, los intereses económicos que previamente se negociaron.

Ante todo esto, Romero Sevilla  preciso que debe haber clara transparencia en el actuar de cada uno de los Poderes de Estado, “los servidores públicos debemos actuar de manera transparente y rindiendo cuentas a los ciudadanos”.

Sin dirigirse a algún partido en especial o diputado en particular, la Legisladora federal dijo que urge regular el manejo de cuentas por parte de los alcaldes y que los diputados supervisen el uso de los recursos públicos como si estuvieran “en una caja de cristal, sin despertar suspicacias entre los ciudadanos”.

Finalmente, de manera respetuosa pero firme recordó vieja frase del argot político: “el cargo dura tres años, pero la vergüenza toda la vida”, y apuntó que sería lamentable fueran ciertas todas la acusaciones que se hicieron entre los mismos diputados, al final cada quien rendirá cuentas a su conciencia y a su bolsillo.

Una vez aprobadas o reprobadas las cuentas de los cuestionados alcaldes los diputados que dieron el sí, “habrán ganado el debate de estas sesiones, pero habrán perdido el juicio de la historia”.

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