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El día de hoy se reúnen las Comisiones Unidas que dictaminan la Reforma Política en el Senado de la República, y después de su pronunciamiento tendremos claridad sobre el contenido exacto del dictamen.
La Consejera y los consejeros electorales hemos sido y seremos respetuosos del proceso legislativo. Sin embargo alertamos que el IFE no ha sido consultado durante el proceso deliberativo de las posibles modificaciones a las normas electorales.
Como se recordará, el IFE elaboró un Libro Blanco del Proceso Electoral Federal 2011-2012 el cual contiene una visión técnica que identifica fortalezas y problemas que se presentaron en la pasada elección. En ese documento entregado a las Cámaras de Diputados y Senadores se propusieron alternativas de solución para los desafíos en nuestros comicios.
De cara a la discusión que se inició este mediodía en el Senado de la República, es responsabilidad del Instituto elaborar un documento en el que se analicen puntualmente cada una de las propuestas técnicas y advertir sobre los riesgos que puede implicar la nueva legislación electoral.
La Consejera y los Consejeros Electorales nos hemos percatado de que las versiones preliminares del dictamen que se han dado a conocer contienen indefiniciones y falta de claridad, lo cual puede provocar que se vulnere la certeza jurídica y política que ha caracterizado los procesos electorales federales en las últimas dos décadas.
Nuestras preocupaciones generales sobre el dictamen que se discutirá son las siguientes:
• El cambio de denominación a la institución electoral implicará costos excesivos e innecesarios y generará confusión en el documento de identificación más utilizado, seguro y confiable, con el que cuentan los mexicanos.
• Los costos de la administración electoral se incrementarán significativamente.
• Las modificaciones legislativas implican una concentración de facultades en el órgano electoral de tal magnitud que difícilmente habrá tiempo para su adecuada implementación en el Proceso Electoral Federal 2014-2015.
• La falta de precisión respecto a las atribuciones de las autoridades electorales abrirá la puerta a una indeseable discrecionalidad y falta de certeza por todos los actores políticos.
• La falta de una clara división competencial entre los órganos electorales ponen en riesgo los veinte procesos electorales estatales y el Proceso Electoral Federal 2014-2015.
Finalmente, una reforma electoral de tal dimensión que no venga respaldada por todas las fuerzas políticas debilita las bases de las instituciones de la democracia.
Desde el IFE hacemos un llamado para cuidar la operación electoral en México y no ponerla en riesgo por complejidades en la adecuación jurídica de la posible reforma electoral.
Una vez que el dictamen sea aprobado por las Comisiones Unidas, el IFE hará un análisis técnico, muy puntual, el cual se enviará a los legisladores, los partidos políticos y se hará del conocimiento de la opinión pública.
El Instituto Federal Electoral ofrece su experiencia y conocimientos técnicos para garantizar que la próxima reforma abone al fortalecimiento de nuestra democracia.