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El concejero municipal de Acuamanala, Miguel Ángel Juárez Sánchez, aseguró que se logró un acuerdo con el grupo de vecinos inconformes que la semana pasada tomó simbólicamente la presidencia municipal, por lo que la administración se reactivó aunque se despacha desde una sede alterna.
Dijo que la condición es que no exista intromisión por parte del concejero presidente, Marcos Cadena, contra quien existen diferencia personales por parte de los pobladores disconformes por presuntos “excesos”.
En entrevista, el funcionario descartó que existan abusos por parte de los integrantes del Concejo Municipal, pero también hizo un llamado a Marcos Cadena para que permita que haya diálogo para evitar más problemas en la comuna.
No obstante, existe el amago de algunos ciudadanos por recrudecer sus manifestaciones.
En tanto, los trabajos administrativos continúan en las instalaciones de la Unidad Básica de Rehabilitación (UBR), pues la alcaldía se mantendrá bajo el resguardo de los vecinos.
Por ello, aseguró que los servicios básicos como el de recolección de basura, seguridad pública y registro civil se desarrollan de manera normal y – confió –las cosas se mantendrán estables hasta el término de sus funciones, es decir, el 31 de marzo.
Juárez Sánchez aseveró que los concejeros están en plena disposición de que eventualmente el Órgano de Fiscalización (OFS) entre a revisar el estado de las cosas en el ayuntamiento de los primeros tres meses del año.
“Solo queremos culminar hasta el último día de marzo y necesitamos darle lo que Acuamanala necesita, yo espero que en días subsecuentes las cosas se mantengan tranquilidad (…). Yo le hago un llamado al compañero concejero Marcos (Cadena) para que nos permita sentarnos a platicar con todos y coadyuvar a la paz y tranquilidad del municipio”, concluyó.