- Política
Todo listo en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para que este sábado se lleve a cabo la renovación del presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) y así tener la maquinaria “aceitada” para encarar los comicios electorales federales que se avecinan para el próximo año.
Será a través del voto de los 210 consejeros como se concluya la imposición hecha por parte de la estructura arcaica del tricolor para ungir como nuevo líder a Ricardo García Portilla, toda vez que fue el único candidato que de manera sospechosa, concluyó cumpliendo los requisitos que marca la convocatoria de acuerdo a los estatutos del PRI.
Cabe recordar que en su momento hubo otro aspirante, José Alberto Carreto Guarneros, quien decidió apuntarse en la lista para suceder a Rosa Isela Sánchez Rivera, dirigente interina, no obstante, después de las “piedras en el camino” que argumentó que le pusieron desde la Comisión de Procesos Internos presidida por Javier Martínez Morales, desistió de su intentona para dejar en caballo de hacienda al calpulalpense García Portilla.
Es de señalar que en su momento el mismo Carreto Guarneros impugnó la elección del anterior dirigente elegido por consejeros, José Luis González, a quien terminó quitando del cargo por el procedimiento hecho en primer lugar en tribunales locales y posteriormente en instancias federales en donde finalmente ganó para tumbar al entonces dirigente del PRI.
Ante esta situación, esta vez el PRI a través de su titular de la Comisión de Procesos Internos blindó la convocatoria y en su caso la elección para no dejar cabos sueltos y que fuera sólo García Portilla quien cumpliera con las cuotas de firmas por parte de los Comités Municipales y de Sectores y Organizaciones que se pide de acuerdo a lo que marca el reglamento interno.
Es por esto que no existió otro candidato que pudiera reunir la firmas por la presunción de que desde la dirigencia estatal hubo línea para que a ningún personaje que no fuera el ex secretario de finanzas se le otorgara la firma para que una vez que fuera el llamado “candidato de unidad” procedieran con el siguiente paso.
La etapa que prosigue es la unción con el voto de 210 consejeros debidamente consensuados con anterioridad para que finalmente otorguen de manera oficial la dirigencia estatal a García Portilla y emprenda los trabajos partidistas que se requieren, ya que hasta el momento han sido decepcionantes para los tricolores, después de una estrepitosa derrota en las elecciones federales de 2012 y de igual forma en las locales de 2013.