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Pobladores del municipio de Xaloztoc dedicados primordialmente a actividades del campo, denunciaron que autoridades municipales dejaron en libertad a un grupo de individuos que fueron asegurados el martes de la semana pasada en flagrancia cuando hurtaban dos caballos y un ternero en un domicilio particular, por lo que decidieron manifestarse para exigir justicia y que ese fenómeno no crezca.
De acuerdo con la información proporcionada por los vecinos que pidieron no ser identificados por temor a represalias, son una 12 de personas las que se inconformaron con la Presidencia Municipal a cargo de J. Carmen Lima Vázquez, pues están cansados de la ola de robos perpetrados en distintas comunidades.
Mencionaron que el abigeato comenzó desde el mes de abril y a la fecha solo había algunos detenidos – no especificaron cuántos –, los cuales sin justificación alguna evadieron la Ley pues fueron puestos en libertad sin más.
Y es que, aseguraron, la detención de los hombres el martes fue realizada por los propios afectados que se organizaron y realizaron una investigación rudimentaria que los llevó a sorprender a los malhechores con las manos en los animales uno de ellos, el ternero, ya muerto.
En el lugar, ante el intercambio de palabras que amenazaba con salirse de control arribó la policía municipal que – según los afectados – protegió a los invasores hasta conducirlos a la alcaldía, donde después fueron dejados en libertad.
Eso ha generado una severa molestia entre el colectivo y particularmente de los trabajadores del campo que dependen en gran medida de sus animales, por lo que demandaron la intervención de las autoridades estatales para impedir que el fenómeno se salga de control.
Los pobladores aseguraron que hasta el momento los amantes de lo ajeno ya se han llevado vacas, borregos, terneros, caballos, aves de corral, implementos agrícolas y hasta enseres domésticos de las casas que han saqueado.
Así las cosas, los quejosos amagaron con seguir organizados para emprender acciones civiles para defender sus propiedades y sus pertenencias, ante la ausencia de una acción contundente por parte de las autoridades.