- Salud
Además de haber sido acusado de corrupción, hostigamiento, prepotencia, abuso de derechos laborales entre otras más cualidades en su paso por los estados de Veracruz y Yucatán, el director de Servicios de Salud del OPD, José Moisés Javier Guevara Arenas resultó ser todo un “Don Juan” rayando en un presunto acoso debido a declaraciones hechas por personal de la SESA que pidió el anonimato por temor a represalias por parte del siniestro personaje.
La fuente que reveló esta información a este medio de comunicación menciona que el médico aprovecha su estatus de segundo al frente de la SESA para hacer propuestas indecorosas y todo tipo de acciones que se podrían tipificar como acoso sexual debido a las formas en las que llega a hacerlo.
La quejosa hizo mención que no es la única persona que ha sentido la mirada libidinosa y lo que sería acoso por parte del responsable de los centros de salud y hospitales, sino que han sido ya varias las mujeres que tienen diferentes cargos dentro de las oficinas de la SESA que se han quejado por la actitud prepotente y abusiva del “Don Juan”.
Otro aspecto que ha caracterizado al añoso médico es el estilo prepotente en cómo trata a sus subordinados, quienes manifiestan un pánico ante la siniestra presencia de Guevara Arenas, actitud que es contraria a la sumisión que muestra con el secretario de salud, Alejandro Guarneros Chumacero ambos colegas del IMSS.
Fuentes de personas cercanas al médico refirieron que cuando laboró en Yucatán dentro del sistema de salud, igualmente fue acusado presuntamente por ejercer acoso sexual en contra de personal que trabajaba en el sector salud, acusaciones que se suman a los actos de corrupción y de hostigamiento laboral que han dado a conocer medios de comunicación de Veracruz y Yucatán.
Ante tal situación, quienes han sido “cortejadas” de manera descortés pidieron la intervención del gobernador del estado, Mariano González Zarur para que haga algo al respecto y no permita que sus intenciones por mejorar las condiciones de salud en Tlaxcala se vean manchadas por las actitudes de médicos “amorosos y golosos” que no tienen escrúpulos.