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Un rotundo rechazo a la propuesta presidencial del mando único policial federal, es la postura que tienen todos los alcaldes de izquierda en el país, pues la consideran como un “peligro” para la autonomía de los municipios e incluso de la propia seguridad de los ciudadanos.
Así lo manifestó el alcalde perredista de Chiautempan, Antonio Mendoza Romero, quien con una representación política dentro de esa agrupación nacional, aseguró que la postura es generalizada entre los ediles adheridos a la Asociación de Autoridades Locales de México (Almaac), e incluso entre los panista integrados en la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC).
Explicó que el consenso es que el mando único violentaría el artículo 115 constitucional federal, el cual señala que “los estados adoptarán (...) la forma de Gobierno republicano, representativo, popular, teniendo como base de su división territorial y de su organización política y administrativa, el municipio libre (…) que será administrado cada uno por un Ayuntamiento de elección popular y directa y no habrá ninguna autoridad intermedia entre éste y el Gobierno del Estado (…)”.
Indicó que hoy las autoridades federales, incluido el propio ejército, se encuentran cuestionadas por la sociedad, así que no sería recomendable ponerlos a éstos últimos a cargo de las tareas de seguridad de los ciudadanos y colocaría a los mismos presidentes municipales como blancos de la delincuencia.
“Por eso el federalismo plantea la coordinación, nosotros le apostamos a la coordinación, pero la propuesta del mando único no es acertada”, apuntó en entrevista.
“La Almaac ha consensuado el rechazo y junto con la ANAC nos manifestaremos en contra”, añadió.
Y no obstante que el gobernador Mariano González Zarur dio el visto bueno a la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto, el edil sarapero subrayó que los munícipes perredistas, petistas y de Movimiento Ciudadano no cambiarán de postura en contra de ello.
Por último, Antonio Mendoza recordó que cuando el PRI fue oposición ante el Ejecutivo federal, ya rechazó esa misma propuesta por parte del entonces presidente Felipe Calderón, por lo que ahora sería incongruente que los alcaldes priistas cambien de opinión.