- Gobierno
La periodista Evangelina Hernández, autora del libro “Tierra de padrotes”, narró recién a la también periodista Carmen Aristegui de CNN, cómo empezó a investigar el fenómeno de la trata de personas con fines de explotación sexual en 2009 y que la llevó a reconocer al municipio tlaxcalteca de Tenancingo como parte de la ruta de ese delito.
Describió que se trata de un pueblo al que entrar no es fácil, no tiene restaurantes ni hoteles, tampoco industria y menos un campo “boyante”, pero entre calles áridas y aparentemente abandonadas se naturalizó en los últimos 40 años que el ser padrote es “el oficio del pueblo”.
Aunque en la comunidad muchos se dedican a limpiar la imagen que tiene tanto a nivel nacional como internacional, la mayoría sí son “padrotes” y que su sistema de autovigilancia es mediante señas por espejitos.
De acuerdo con la entrevista publicada por el portal de Aristegui Noticias, Evangelina Hernández contó que fue a investigar “hasta las entrañas”, buscando entre madres, hermanas, sobrinas, tías y estudiantes, pero en las escuelas los niños contestan al profesor que “padrote” es lo que quieren ser de grandes, pues como sus papás, quieren tener varios automóviles, varias mujeres ser un hombre poderoso.
Incluso, consideró que los tratantes de Tenancingo se han “profesionalizado” en el oficio, pues antes enamoraban a las mujeres para poder manipularlas y prostituirlas, pero actualmente las raptan de poblaciones de Veracruz, Chiapas o Oaxaca, pero por si fuera poco, otros han llevado el negocio a Nueva York, Los Ángeles, Denver o Atlanta, en Estados Unidos, previo paso por varios puntos de la Ciudad de México como La Merced.
Pero aún más, Evangelina Hernández aseguró que estudios antropológicos han revelado que las jóvenes raptadas son sometidas en Tenancingo a todo tipo de vejaciones, empezando por violencia sexual, luego emocional y física, para infundirles pánico que las deja sin fuerzas.
Pero en su relató, también destacó la detención de Noe Quetzal, uno de los padrotes más buscados por el FBI, quien fue detenido en Tenancingo y preso en el Distrito Federal con una sentencia de 20 años, después de haber raptado a una mujer de Puebla que durante meses estuvo bajo el cuidado de la abuela, la hermana y la sobrina del delincuente cuanto éste no estaba en casa. Luego, al engendrar un hijo con la víctima fue más fácil el sometimiento.