- Política
Entrevistado por e-consulta, el ex mandatario panista –que nunca abandonó sus estilos tricolores- abordó en siete minutos el color con el que mira la inminente sucesión de Mariano.
El exgobernador Héctor Ortiz Ortiz, vertió conceptos desde interesados –al hablar de su hermano Serafín y su proyecto para gobernar Tlaxcala- hasta evocativos, al tocar el tema de la reciente visita de la ex gobernadora Beatriz Paredes Rangel, para participar en actividades culturales en el municipio de Tlaxcala.
Entre autos antiguos y obras de arte, al ex mandatario no se le pasa ni lo parco para responder, ni lo buen anfitrión en su casa de Ixtulco, donde aceptó platicar con e-consulta, sobre las particularidades del proceso sucesorio, ya próximo.
Halla una homogeneidad sobresaliente entre los interesados. Una dificultad aparte en la elección interna del PRI y también contiene comentarios de más, será por eso acaso que en esa suerte de mordaza, le viene casi constante el notorio tic, al que nadie aludió cuando sus hegemonía no lo libró de alguna recaída.
Pero esta vez está de buen humor. Responde así de rápido al sencillo cuestionario y hasta se da libertad de opinar sobre el papel desempeñado por Mariano González Zarur, el gobernador a quien los viajes a Europa y las cumbias, se le presentan en esta parte de su mandato.