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Será el día de hoy cuando quede de manifiesto el apoyo del gobernador Mariano González Zarur a Marco Antonio Mena Rodríguez, quien en la emisión de la convocatoria para aspirantes al gobierno del estado, a diputados locales y a presidentes municipales, pida licencia como dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para incorporarse de lleno al proceso electoral 2016 en el que se elegirá a quien suceda al hacendado gobernador.
Gente allegada a Carlos Bailón mencionó a este medio que una vez que se haya dado a conocer la convocatoria en el Comité Directivo Estatal (CDE) a las 11:00 horas, de inmediato Marco Mena presentará lo que sería su renuncia al cargo como dirigente de partido que sólo le habría servido para justificar mayor currículo en su búsqueda por el gobierno del estado como uno de los “delfines” del autollamado “ultimo de los mohicanos”.
Marco Mena como uno de los diputados con menos trabajo legislativo y sin un pasado de labor en las bases priístas, dejaría la dirigencia del PRI por instrucción de Mariano González Zarur para entrar de lleno a la búsqueda del gobierno estatal, proceso en el que quien “prometió resarcir el tejido social roto” meterá las manos para dejar a uno de los suyos al frente del titular del Ejecutivo y perpetuar el peor gobierno que ha tenido Tlaxcala según los mismos priístas.
Confirmando la renuncia del aún líder del PRI, quedaría al frente Gabriela del Razo Becerra para que sea quien lleve en sus manos las elecciones en las que se elegirán presidentes de comunidad, alcaldes, diputados locales y al gobernador@ del estado.
Hecho que para algunos priístas de la base sería un insulto debido a que Marco Mena nunca participó en los trabajos partidistas y su arribó al tricolor sería con la llegada de Mariano González como gobernador, además de que sólo cumpliría poco más de 3 meses de haber sido elegido líder del PRI en una elección evidentemente antidemocrática auspiciada por el primer priísta de Tlaxcala, lo que dejaría en evidencia que sólo utilizó la dirigencia estatal como trampolín para sus intereses personales.