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  • Pedro Sierra
Vino Salinas a Tlaxcala a demostrar que el sigue siendo el jefe de la pandilla.

Es un acto aberrante que  el PRI recurra a personajes nefastos para el país, al estilo de Carlos Salinas de Gortari, para presionarse entre unos grupos y otros, saqueadores del Estado de Tlaxcala.

Los medios tlaxcaltexas dieron puntual cobertura a la presencia  del innombrable, traído con recursos públicos por el gobernador de Tlaxcala, contador Mariano González Zarur y su hijo Mariano González Aguirre.

Las razones son escandalosas y muestran la realidad  de un país en el despeñadero; Salinas sigue mandando, Peña Nieto obedeciendo y los iconos de la corrupción; como los González de Tlaxcala se valen del innombrable para seguir como parásitos aún después que dejen el poder.

Si ni fuera por la advertencia hecha por Andrés Manuel López Obrador y por la Promotora de la Soberanía  Nacional; Senadora Martha Palafox Gutiérrez, a los tlaxcaltexas, en las giras por los municipios del Estado, seguiríamos  siendo la burla de estos insaciables.

Qué extraña visita después de 20 años de ausencia, durante los cuales el país se tiñó de sangre entre el sexenio de Salinas y luego en el de Zedillo, se fue a la bancarrota,  para después transitar por dos sexenios panistas; en el mismo contexto de corrupción aunque  haya sido con distintas siglas.

 

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