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Aun cuando el gobernador Mariano González Zarur presumió que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha obtenido la mayoría de la votación en las elecciones desde 2010, el evento en el que ungieron formalmente a Marco Mena Rodríguez como candidato, tuvo que ser vestido con miles de acarreados que laboran dentro de la estructura gubernamental, dejando al diputado local como un personaje sin empuje y sólo arropado por el poder de quien lo impuso como abanderado del tricolor a la gubernatura.
De acuerdo con las cifras oficiales del PRI hubo 15 mil asistentes, no obstante, la realidad es que no había más de cinco mil personas, entre ellas muchos trabajadores del gobierno del estado que fueron obligados a asistir acompañados, ya que el pase de lista fue obligatorio con la intención de mostrar el musculo político.
Equivocado en su discurso el hacendado gobernador se atrevió a presumir que desde 2010 el PRI ha ganado las elecciones, sin recordar que en los comicios federales de 2012 sólo pudo llevarse una diputación federal siendo su hijo el coordinador de campaña del entonces candidato presidencial, Enrique Peña Nieto. Para 2013 el PRI ganador del que habla Mariano González perdió en las elecciones intermedias los principales municipios como Tlaxcala, Apizaco, Huamantla, Chiautempan y San Pablo del Monte, entre otros.
El PRI que apoya Marco Mena es el que nunca pensó que un desconocido en 2010 llegara en un principio como secretario de turismo para luego tener una diputación local y de ahí saltar las estructuras priístas que veían a Anabell Ávalos Zempoalteca, Noé Rodríguez Roldan o hasta Ricardo García Portilla como mejores prospectos.
Con la ausencia del líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, ayer se oficializó la unción de Marco Mena y aunque se presentaron con él varios de los que aspiraban a la gubernatura, será difícil que todas las estructuras priístas apoyen la imposición de Mariano González.
Entre los asistentes había personal de la SESA que se quejaba de que fueron obligados a acudir, lo mismo había gente de la SEP- USET que tuvo que presentarse al “besamanos”, el condicionamiento fue parejo para quienes laboran dentro de la administración pública estatal, mostrando una vez más la intolerancia con la que el ejecutivo pretende hacer ganar a Marco Mena para darle continuidad a su gobierno.
Por su parte, Marco Mena reiteró su línea discursiva en torno a la continuidad y los supuestos avances que ha tenido el estado a partir del triunfo de Mariano González en 2010, haciendo un llamado a la unidad e inclusión.