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Con la salida de la exdiputada federal, Guadalupe Sánchez Santiago del Partido Revolucionario Institucional (PRI), queda en el olvido la carta de unidad en la que seis precandidatos del tricolor al gobierno del estado se comprometieron a mantener despúes de firmar el documento el pasado 15 de diciembre teniendo como testigo al presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de ese instituto político, Manlio Fabio Beltrones.
De los seis precandidatos al gobierno del estado, en realidad cinco buscaban la nominación, de ellos sólo Ricardo García Portilla se mantiene al lado de Marco Antonio Mena Rodríguez, quien fue impulsado por el gobernador Mariano González Zarur para ser quien represente al PRI rumbo a la sucesión.
Según el acuerdo registrado en el CEN nacional del PRI, la carta sellaba su “compromiso de unidad en la inclusión para apoyar el registro de un sólo aspirante en el momento en que el CEN defina los términos de la convocatoria para seleccionar a quien resulte candidata o candidato”. De ese proceso resultó candidato Marco Mena aún cuando no cumplía con la militancia, lo que fue visto como una imposición por parte de Mariano González.
De los aspirantes al gobierno del estado por el tricolor, Anabell Ávalos Zempoalteca sería la mejor posicionada, ahora es la inminente candidata del PRI a la alcaldía capitalina, mientras que Noé Rodríguez Roldán no ha sido incluido dentro del equipo de campaña de Marco Mena y se presume que podría apoyar un proyecto diferente.
La ruptura de Sánchez Santiago con el PRI es un golpe mediático que echa abajo la “unidad priísta” que hicieron firmar a todos los aspirantes. Ahora la exdiputada federal contenderá por la diputación panista por la vía plurinominal, luego de que diera a conocer que se suma a la campaña de la senadora con licencia, Adriana Dávila Fernández.
Sánchez Santiago tenía 25 años de militante priista. Es hija del ex gobernador tlaxcalteca Emilio Sánchez Piedras y fue cuñada del hoy mandatario Mariano González.
Sólo los diputados federales, Anabel Alvarado Varela y Ricardo García Portilla se mantienen en el proyecto de continuidad del “marianismo” que representa uno de los diputados locales con menos productividad en el Poder Legislativo.