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José Perfecto Barrales Domínguez, presidente estatal del Sistema–Producto Amaranto, sentenció que la producción del amaranto está en riesgo, derivado del alza en los costos de los insumos y de la falta de apoyo de parte de los gobiernos municipal, estatal y federal, de esa manera Tlaxcala pasará de ser el primer lugar en producción de ese cereal en el país a no registrarla.
En entrevista, comentó que solicitó al gobernador del estado Marco Antonio Mena Rodríguez una audiencia para exponerle una propuesta que pudiera contribuir al rescate de la producción de amaranto que se desarrolla en alrededor de 12 municipios de la zona oriente del estado donde existe alrededor de 350 productores de ese grano.
Dijo que ahora más que nunca “tenemos que crear alternativas de desarrollo propias, impulsar al mercado interno. Le propongo la siguiente propuesta basada en evidencias científicas y puesta en marcha a nivel familiar, pero que puede ser una política pública con beneficios para la salud, educación y comercio y que además genere cientos de empleos basado en el cultivo, industrialización de la mezcla de la harina de amaranto con harina de maíz criollo pigmentado, rojo, azul y morado que son semillas originarias de México con un alto valor cultural y nutricional”.
Para ello, agregó es necesario generar políticas públicas en el sentido de la siembra de semillas propias, recuperar la cultura alimentaria de Tlaxcala, usar mezcal de amaranto y maíz, para poder recuperar ese grano que –sostuvo- está en peligro de perderse.
“Nos pinta muy mal este año, hasta ahora no tenemos un llamado del gobierno para sentarnos y escuchar que hay apoyo para los amaranteros, seguimos como hace un año sin apoyos sin alicientes para los productores de amaranto, nos estamos rascando con nuestras propias uñas y estamos tratando de resolver nuestros problemas sin el gobierno pero necesitamos una solución urgente no podemos esperar es cuestión de días”.
Barrales Domínguez expuso que en este 2017 con el incremento a los precios de las gasolinas el panorama para la producción del amaranto está por los suelos, pues tan solo el barbecho de las tierras que estaba en 800 pesos ahora está en mil 100, y los insumos también han incrementado hasta en un 30 por ciento.
“Con los precios que hay por el amaranto no salimos con los costos, el amaranto de estarlo vendiendo hace dos años en 25 pesos ahora está en 10 pesos, no sacamos ni los costos de producción, estamos viviendo una crisis brutal”, sostuvo.
Recordó que en el año 2014 y a principios de 2015 Tlaxcala estaba considerada por la Sagarpa como el primer lugar en producción de amaranto con tres a cuatro mil toneladas en cerca de tres mil hectáreas sembradas, cifra superior a las que en esos tiempos se cosechaban en el estado de Puebla.
Pero ahora, tan solo hace un año “solo sembramos 200 hectáreas en Cuapiaxtla, y este año tal vez no llegamos ni a 100 estamos a punto de desaparecer y es un cultivo original de estas tierras”.