- Tlaxcala
Tras la simulación e incumplimiento por parte del gobierno de Marco Mena Rodríguez en la reinstalación y entrega de sellos, libros y patentes a los notarios destituidos en la administración de Mariano González Zarur, la justicia federal da ultimátum al gobernador para que a más tardar tres días después de la notificación cumpla, de no hacerlo la ley estipula que será destituido y consignado por desacato.
El documento emitido por un Juez federal señala que hasta el momento no se ha cumplido cabalmente con la resolución que ordena la reinstalación de los notarios, entrega de sellos y libros, ya que sólo se han proporcionado notificaciones y patentes a 13 de los 16 fedatarios, además de que a ninguno de ellos se les han regresado los sellos y libros.
La ley dice que se considera incumplimiento al retraso por medio de evasivas o procedimientos ilegales de la autoridad responsable o de cualquier otro que intervenga en el trámite relativo, en este caso el titular de la dirección de Notarías, Cuauhtémoc Lima López, el secretario de Gobierno, Florentino Domínguez Ordoñez y el gobernador Marco Mena Rodríguez los últimos dos como su superior en jerarquía del directamente responsable.
De continuar con su negativa de no cumplir con lo mandatado por la justicia federal Cuauhtémoc Lima estaría haciéndose acreedor a una multa de 100 la Unidad de Medida y Actualización (Anteriormente salarios mínimos), además de su destitución como funcionario estatal y un proceso de consignación en su contra.
Pero no sólo correspondería la sanción al director de Notarías, también sus superiores tendrían que ajustarse a la ley, por lo que Florentino Domínguez y Marco Mena podrían ser destituidos como secretario de Gobierno y titular del Ejecutivo respectivamente, además de su correspondiente proceso de consignación por desacatar la justicia federal.
El argumento del director de Notarias es que los sellos de los notarios fueron destruidos, hecho que no tiene sustento debido a que la desaparición del material debía ser una vez concluido el proceso que en este tema ganaron los notarios a pesar de los millones del erario público que gastó Mariano González en costosos despachos, dinero que fue parar a la basura.