- Tlaxcala
Agremiados al sindicato de burócratas al servicio del estado “7 de Mayo” denunciaron a este medio las represalias que pretende emprender el dirigente de esta agrupación, Edgar Tlapale Ramírez en respuesta a que algunos no llevaron “acarreados”, no llegaron a las 8:00 horas o no se quedaron hasta el final de la marcha que realizaron en días pasados para presionar que el Ayuntamiento de Chiautempan respete los acuerdos “en lo oscurito” que hizo el dirigente con el ex alcalde de la comuna sarapera Antonio Mendoza Romero.
En primera instancia el llamado “líder charro” en compañía de Carmen Pulido, ante la asamblea del “7 de Mayo” preguntaron si se les descontaría 15 días de salario a los que no cumplieron con llevar cada uno a seis personas a la marcha para defender sus intereses personales, por lo que la respuesta de los trabajadores fue que no.
Para que hubiera una evidencia de quien sí había llevado con sus seis “acarreados” y quien no, la dirigencia realizó un archivo fotográfico, sin embargo, la gente más cercana a Edgar Tlapale no cumplió con lo establecido y ante la falta de respaldo de la mayoría, el dirigente sindical a través de su secretaria Carmen Pulido propuso que el descuento fuera de cinco días de salario para quienes no llegaron puntualmente, así como para los que no llevaron gente y para quienes no se quedaron hasta el último momento.
Nuevamente recibió un rotundo no como respuesta, por lo que pidió a los presentes que levantaran la mano a quienes estaban de acuerdo con él, alzándola sólo unos 30 trabajadores, mientras que alrededor de 130 reiteraron su rechazo a la medida que pretendía imponer Edgar Tlapale.
“Visiblemente molesto el señor Edgar Tlapale tomo el reporte escrito le dio un vistazo y en forma prepotente dijo, pues se les va a descontar a los ocho que no trajeron ninguna persona a la marcha y se acabó. Se levantó hizo señas de irse a sus achichincles y enfilaron a la salida”, dijo a este medio uno de los agremiados al “7 de Mayo”.
Al no prosperar su imposición, el líder sindical optó por hacerlo de otra manera y para eso utilizó a la sección sindical adscrita al Ayuntamiento capitalino para ir llamando uno por uno a los trabajadores y presionarlos para que firmen el descuento de 15 días para quienes no comulgan con los intereses personales del llamado “líder charro”.