• Salud
  • Pedro Sierra
Derivado de años de atropellos y corruptelas por parte de la zacatelquense, agremiados comienzan el éxodo hacia un nuevo sindicato

Las corruptelas, la falta de transparencia en el manejo de las cuotas sindicales y otros vicios fomentados durante el reinado de la enfermera, Blanca Águila Lima en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa), obligó al personal regularizado, homologado, formalizado y de base, buscar otras alternativas de verdadera representación laboral.

Fue la llegada del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) a la presidencia de la República, al Senado de la República y al Congreso federal, lo que permitió reformas para que existan sindicatos democráticos y no sigan los liderazgos eternos que sólo han demostrado que son propensos a la corrupción y no representan verdaderamente a la clase trabajadora.

Tal es el caso del Sntsa que en Tlaxcala lo controla, desde hace casi dos décadas la técnico en enfermería que se ha hecho millonaria a costa de las cuotas sindicales y de la supuesta venta de plazas federales y las formalizaciones.

La imposición y opacidad de Blanca Águila fue el principal aliciente para que 350 trabajadores hayan decidido abandonar el Sntsa y agremiarse al nuevo sindicato más cercano a la Cuarta Transformación del País y más lejano al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que cobija a la eterna lideresa sindical.

Una vez que el personal agremiado de la SESA, conozca del nuevo sindicato ajeno a las corruptelas de Blanca Águila, logrará más adeptos y debilitarán la representación que tiene la zacatelquense.

Actualmente el botín de Blanca Águila es de más de cinco mil agremiados que cada quincena aportan su respectiva cuota, lo que permite a la lideresa comprar propiedades en fraccionamientos exclusivos, automóviles de lujo, ropa de diseñador y vacaciones de millonario.

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