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Costos elevados e inflación descarada de la nómina serán los elementos que provoquen apuros financieros al final del año en el Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE).
Este día el recién nombrado presidente de ese poder, Héctor Maldonado Bonilla, precisó que encontró una elevada contratación de personal que al final del año fiscal tendrán un déficit de 10.2 millones de pesos.
En rueda de prensa adelantó que realizará una auditoría a las obras de construcción de las casas de la justicia, para determinar si se apegó Fernando Bernal Salazar a los costos programados.
Además dijo que por la situación de la pandemia se hicieron gastos para adquirir productos sanitarios, pero los costos muestran una inflación comparada con los costos del mercado.
Respecto a los trámites de las solicitudes de protección constitucional, señaló que no se deben utilizar con fines políticos sino con relación a la legalidad, como fue el caso de la protección al entonces presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) Víctor Manuel Cid del Prado Pineda.
Por todo lo anterior Maldonado Bonilla se comprometió a que en el período que esté como presidente le dará un nuevo rumbo al TSJE, pero sobre todo le apostará a la transparencia.
"El nuevo rumbo está inclinado a la digitalización y la rendición de cuentas, la transparencia será el sello que haga la diferencia de los tiempos pasados", apuntó.