- Política
El partido que más presión ha recibido en los últimos tiempos es el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), por el grado de fuerza que representa al gobernar el País y el estado de Tlaxcala.
Desde el luego el dirigente estatal, Carlos Augusto Pérez Hernández, ha sido el muro que se ha encargado de detener y aguantar el golpeteo, inconformidades y berrinches de aquellos políticos que no han sido favorecidos.
Sin embargo, el diálogo ha sido la mejor arma que permite todos los días la construcción de un proyecto sólido a beneficio de las grandes sociedades.
Desde que asumió el cargo el diputado federal con licencia ha demostrado capacidad para amortiguar los vientos, pues al final se ha privilegiado el respeto y la libertad de ideologías.
Se espera que en las próximas fechas aumenten los descontentos contra el partido y en todo caso con el liderazgo, pero queda claro que al final dependerá de que cada político reconozca si tiene capital político para hacer frente a una gran batalla.
Hay quienes echan culpas y esconden la mano, sabiendo que el movimiento privilegia a cuadros competitivos y no proyectos improvisados.