- Xiloxoxtla
La presidenta municipal de Xiloxoxtla, Yazmín Jiménez Rugerio, fue acusada de contratar a personas foráneas para ocupar diversos puestos en la administración municipal, a quienes les paga cantidades onerosas, según denuncias de ciudadanos locales.
De acuerdo a una denuncia que circula en redes sociales, la edil se aventó la puntada de contratar a ex funcionarios de Chiautempan, donde previamente estuvieron involucrados en un escándalo de desfalco millonario durante la gestión del ex presidente municipal Gustavo Jiménez.
De esta manera, la funcionaria integró su equipo de trabajo con ex funcionarios corruptos y dedicados a la transa.
Vecinos del municipio han expresado su descontento, señalando que la presidenta ha “mandado a traer a sus superhéroes”, un grupo de exfuncionarios que fueron señalados por un daño patrimonial de 24 millones de pesos en Chiautempan, y que, según las críticas, ahora se encuentran en Xiloxoxtla “comiendo del pueblo” mientras ocupan altos puestos en la administración local.
El nefasto pasado de estos funcionarios ha preocupado a los habitantes, ya que temen que lleguen a realizar un desfalco en las arcas municipales tal y como ocurrió en el ayuntamiento sarapero.
Dijeron que esta actitud de la alcaldesa sólo demuestra que la alcaldesa podría incurrir en actos de desvío de recursos similares, ya que se prestaría con la comparsa de funcionarios chiautempenses a saquear el municipio.
Las denuncias también apuntan a que, además de contratar a estos exfuncionarios, Jiménez Rugerio ha otorgado puestos clave a familiares y allegados, favoreciendo a quienes no han formado parte de su equipo de trabajo desde el inicio de su gestión.
Los ciudadanos aseguran que el reparto de plazas se ha convertido en una práctica de "compadre a compadre", donde los puestos son asignados a personas sin la debida transparencia ni méritos.
La situación ha generado indignación entre los habitantes de Xiloxoxtla, quienes consideran que la alcaldesa está favoreciendo a quienes no han trabajado por el municipio, mientras que la gente local se ve excluida de las oportunidades laborales.
Además, el pago quincenal de grandes sumas de dinero a estas personas foráneas ha sido criticado por considerarlo un derroche de recursos públicos innecesario, cuando los salarios deben fijarse de acuerdo a las necesidades y el recurso con el que cuenta el municipio.