- Tlaxcala
Bajo las premisas de que la justicia debe ser con equidad, justicia social y responsabilidad institucional, la mañana de este martes, la candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN,) Ana María Ibarra Olguín, presentó su perfil y su propuesta a integrantes del Colegio de Abogados del Altiplano Tlaxcalteca.
Con el número 17 en la boleta morada, la magistrada de Circuito en materia administrativa desde hace cuatro años, aspira a recuperar el rostro femenino de la justicia, separar la justicia del dinero, eliminar la discriminación y hacer de la justicia un instrumento accesible para todos en México.
Y aunque sostuvo que la del 1 de junio será una oportunidad histórica para que los mexicanos decidan qué ministros, jueces y magistrados quieren y necesitan, reconoció que este proceso electoral inédito es de suyo muy complejo, porque es muy difícil decirle a la gente que salga a votar si no tiene información, de tal forma que apeló a los grupos organizados para decirle a los ciudadanos de qué va esta reforma.
En ese sentido, sin embargo, responsabilizó a “muchos actores” que están detrás de una campaña de desinformación y boicot en contra de la reforma judicial y de la elección judicial, para desmotivar a los ciudadanos y que no acudan a votar a las urnas.
“Hay un boicot contra la reforma, no quieren que hagamos campaña, no quieren que la gente salga a votar por sus próximos jueces, es una campaña de desinformación, de desmotivación, pero por primera vez se juega en el país la justicia y la justicia va a estar en manos de los ciudadanos, así que yo invitaría a todos los ciudadanos a que sí salgan a votar porque sí nos interesa quiénes van a ser las personas juzgadoras, sí nos importa quién va a resolver divorcios, custodias o problemas con vecinos y el pueblo sí sabe qué jueces necesitan, porque queremos ministros y ministras éticos y profesionales, con sentido humano y social”.
Por lo que rechazó que sea el Estado, en lo federal y estatal, el que movilice a las personas para convertirse en el gran y verdadero electoral, lo mismo que haya un desinterés general de la población para acudir a votar.
Por lo demás, Ibarra Olguín, oriunda de Torreón, Coahuila y con el antecedente de ser la proyectista más joven en la SCJN, admitió igualmente que la justicia es muy cerrada, soberbia y lenta, que es muy formalista porque se privilegia la regla técnica por encima de resolver el corazón de los asuntos.
“Para mí esto tenía que cambiar. Solo el 12 por ciento de personas magistradas somos mujeres. Las mujeres sí sabemos y estudiamos porque nosotros hacemos las propuestas y resolvemos los problemas. Vamos a recuperar el rostro femenino de la justicia que debe ser con equidad, justicia social y responsabilidad institucional”.