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Con un olor pestilente como antesala al arribo a la Ciudad de la Cultura y el Entretenimiento, aunado a la molestia por haber sido obligados a presentarse hasta con cinco horas de anticipación y todavía permanecer otras tres horas para escuchar decenas de autoelogios que nadie le creyó, miles de tlaxcaltecas optaron por dejar abandonada a la gobernadora más votada de la historia en su Cuarto Informe de Gobierno.
Con solo dos porras organizadas de cinco o seis integrantes cada una que daban más pena que gloria, la implementación de una zona “fifi” para sus funcionarios consentidos y con la representante eterna de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, la secretaria de Turismo, Josefina Rodríguez Zamora, el informe de actividades de la mandataria solo fue una repetición de sus permanentes discursos que se encuentran alejados de la realidad.
Los más de siete mil burócratas, entre los trabajadores del gobierno del estado y los de los 60 ayuntamientos que tuvieron que pasar lista junto con sus familiares y permanecer el mayor tiempo sentados para evitar que les apliquen descuentos vía nómina, optaron por ponerse a dormir, revisar su Facebook o amenizar entre ellos, mientras la mandataria más votada hacía alarde de sus supuestos logros.
De entrada, los únicos personajes de peso político que arribaron a su informe, fueron los exgobernadores Beatriz Paredes Rangel, Héctor Ortiz Ortiz y José Antonio Álvarez Lima, de ahí párele de contar, pues todos los demás fueron los representantes del representante de los secretarios de Estado, incluyendo a la esposa del exgobernador Alfonso Sánchez Anaya y también se hizo el aparecido el Secretario de Finanzas del Estado de México, Oscar Flores Jiménez; ya con una hora de retraso, llego el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta.
En el bloque “fifi”, destinado para unos mil asistentes quienes pudieron disfrutar de sillas Tiffany, aunque ellos no tuvieron que llegar con las tres o cinco horas de antelación, estuvo destinada para los integrantes del Gabinete Legal y Ampliado, diputados locales, algunos federales, directores, coordinadores, jefes de Departamento de las diferentes áreas, presidentes municipales, jueces y magistrados y todos los que forman parte de la crema y nata de la sociedad, los cuales fueron debidamente instruidos como aplaudidores, pues se trató de la única zona de donde emanaban los pocos aplausos.
Desde el momento en que comenzó a arribar la ciudadanía, la gente pudo conocer el mamotreto con 150 fotografías a página completa, la mitad de ellas con la imagen de la gobernadora abrazando a sus abuelitos, niñas, niños, jóvenes y mujeres a las que aseguró les ha cambiado la vida, como si se tratara de un culto a la personalidad y no una rendición de cuentas como lo establece la ley.
La pesadilla para los asistentes comenzó con el informe alrededor de las 12:40 horas, a través de un pesado formato recomendado por su asesor estrella, Mario Cervantes, quien por enésima ocasión le vendió la idea de un súper informe divido en 10 extensos videos, a manera de justificar el cobro millonario por sus servicios, pero en los cuales solo mostró montajes de las supuestas ayudas e intervenciones que hacen a favor de la ciudadanía.
Ni una sola imagen de la realidad que enfrenta Tlaxcala, como el reciente doble asesinato perpetrado en contra de dos comerciantes de Zacatelco, a los cuales, su secretario de gobierno, el morelense Luis Antonio Ramírez Hernández, de inmediato los tildó de narcomenudistas en lugar de dar respuestas a la creciente inseguridad que padecen los tlaxcaltecas.
Ya en su discurso, Lorena Cuéllar comenzó a presumir sus logros acostumbrados como las inconclusas ciudades de la Seguridad, Administrativa, la de la Cultura y el Entretenimiento, la de la Justicia donde solo se ven montones de tepetate, la Deportiva, la Escuela de Policía, el C5i y los 42 C-2, cuyas cámaras nunca sirven y en nada han contribuido a inhibir la inseguridad, se colgó de los Cuarteles de la Guardia Nacional y hasta anuncio su monitoreo en el Arco Norte, donde curiosamente, los atracos y asaltos siguen a la orden del día.
En salud insistió en presumir que después de 60 o 70 años construyó el nuevo Hospital “Anselmo Cervantes Hernández” que fue edificado por el gobernador Marco Antonio Mena Rodríguez, pero que ella asegura ser suyo, así como sus clínicas aledañas.
En bienestar social, habló de la eterna entrega de despensas, se colgó de la entrega de tarjetas del Bienestar y la pensión de adultos mayores y aseveró que ha realizado una inversión 738 millones para los pueblos y comunidades originarias de Tlaxcala, aunque casi nadie ve los beneficios.
En educación, una vez más, habló de la creación de nuevas universidades, pese a tratarse de iniciativas del gobierno federal, de la entrega de uniformes gratuitos a 57 mil estudiantes aunque la ley la obliga para todos, hasta de la dignificación del magisterio, a pesar de que la Sepe-Uset se ha convertido en una fábrica de pobres debido a que miles de docentes llevan años con cinco, 10 o 15 horas frente a grupo con salarios miseros y la nula posibilidad de crecer, debido a los concursos amañados de la Sepe-Uset.
En infraestructura habló de seis mil 203 obras con una inversión de nueve mil millones de pesos, la mayoría de ellas banquetas, guarniciones, pavimento de adoquín y adocreto a costos elevadísimos y cuyos presidentes terminan arrepentidos de mezclar sus recursos con el Estado, pues solos les alcanzaría para más, pero a decir de la mayoría, se ven obligados a aceptar para no correr la misma suerte que algunos de sus homólogos.
En fin, hasta presumió que Tlaxcala fue el primer estado en tomar protesta a su Consejo Estatal y los 60 municipales para la Construcción de la paz, cuando Nayarit ya lo había hecho con meses de anticipación.
De plano, la mandataria aseguró que en estos cuatro años de su gobierno 180 mil tlaxcaltecas accedieron a empleos formales y bien remunerados, a pesar de que, al cierre del mes de noviembre de este año, el IMSS solo reportó 117 mil 957 empleos con seguridad social y que su máximo fue el mes de marzo con 118 mil 587.
Por si fuera poco, cuando habló del medio ambiente, destacó la modernización de su planta de tratamiento ubicada en la capital y otras 25 más, a pesar de que, a unos metros la pestilencia del río Zahuapan que pasa justo a un lado de la Ciudad de la Cultura y el Entretenimiento, simplemente no dejaba respirar a los miles de ciudadanos que fueron acarreados para acudir al informe.
En fin, después de la perorata informativa, cuando apenas había culminado de informar el cuarto de 10 ejes de su gobierno y pese a las amenazas de los descuentos vía nómina, cientos y posteriormente, miles de los asistentes comenzaron a dejar hablando sola a la gobernadora para retirarse del lugar, situación que la obligó a tener que omitir algunos ejes y emitir un breve mensaje de cierre, ante la posibilidad de que se quedara hablando sola, pues hasta en la zona “fifi”, algunos de sus funcionarios comenzaron a retirarse del lugar.