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En días recientes, circuló en redes sociales que el patrimonio cultural de la capital tlaxcalteca permanece de manera constante lleno de basura por un presunto abandono de las autoridades municipales.
Sin embargo, un recorrido por la zona y testimonios vecinales muestran una realidad distinta. El problema no radica en la falta de atención del Ayuntamiento de Tlaxcala, sino en la ausencia de corresponsabilidad de algunos ciudadanos.
Personal de limpia del gobierno municipal realiza labores de aseo en las escalinatas y puntos históricos, dejándolos en condiciones óptimas. No obstante, vecinos de la calle del Vecino sacan bolsas de basura fuera del horario establecido, sin esperar el paso del camión recolector, lo que genera nuevamente acumulación de desechos en la vía pública.
De acuerdo con habitantes de la zona, entre quienes incurren en esta práctica se encuentra incluso el párroco de la iglesia, identificado por otros vecinos, lo que ha causado molestia y evidencia una falta de cultura cívica, buenos modales y respeto por el patrimonio cultural de la capital del estado.
El Ayuntamiento de Tlaxcala ha sido enfático y reiterativo al solicitar a la población que saque su basura únicamente en el horario establecido y espere al camión recolector, ya que esta medida busca mantener la limpieza urbana, evitar la proliferación de fauna nociva y prevenir posibles focos de infección que ponen en riesgo la salud de la población en general.
Pese a ello, dichas indicaciones han sido ignoradas por algunos vecinos, provocando una mala imagen en espacios públicos de alto valor histórico y cultural.
La conservación del patrimonio cultural no es tarea exclusiva del gobierno municipal o del gobierno estatal, es una responsabilidad compartida. Tlaxcala cuenta con personal que realiza su labor de limpieza, pero ningún esfuerzo institucional será suficiente si no va acompañado de una ciudadanía consciente y comprometida.