De acuerdo con las redes feministas, esta acción no solo revictimiza, sino que normaliza la presencia de agresores en espacios que deberían ser seguros para las trabajadoras.
Karina Erazo, en un intento por deslindarse de los hechos, ha ofrecido declaraciones que han sido calificadas como absurdas y risibles por varios miembros del sindicato.