• José Vicente Sáiz Tejero
Legalizar la marihuana, noción que se abre paso en la comunidad nacional… y en la internacional

* Datos e ideas atendibles, las expuestas en el Foro organizado por Alejandro Carrillo Castro en la Fundación Miguel Alemán

  • La política prohibicionista, causa identificada de la violencia y la desestabilización social que sufre Latinoamérica
  • La Asamblea del Distrito Federal, probable precursora de la legalización de la marihuana en la ciudad de México   

   Repleta está la agenda política local y nacional de asuntos de trascendencia. Aquí, en Tlaxcala, se espera el desenlace de las impugnaciones interpuestas en los casos de Apizaco y Calpulalpan, y en el ámbito del legislativo federal, habrán de abordarse tres reformas (la política-electoral, la energética y la fiscal) que darán otro rumbo a la nación. Mas como aún no se conocen las iniciativas, prefiero abrir espacio este lunes a otra cuestión vital para nuestro futuro: la legalización de las drogas… y su incidencia en la estabilidad social del país.

Ponentes reconocidos que representan diversas corrientes del pensamiento

   En curso está una etapa más del recurrente debate en torno a la postura del estado respecto de las drogas, en específico de la marihuana. El tema recobró actualidad con motivo de la celebración de un aleccionador foro en el que participaron personalidades ubicadas en áreas distintas y hasta opuestas de la política, el periodismo, la academia y el activismo social, y cuyas opiniones suenan sensatas y razonables. Me refiero a Juan Ramón de la Fuente, Pedro Aspe, Alejandro Gómez Mont, Aguilar Camín, Jorge Castañeda y María Elena Morera.

Fracaso de las tesis proscriptoras

  La multiplicación de este clase de encuentros obedece a una sola pero muy poderosa razón: el estrepitoso fracaso de las políticas prohicionistas, y al costo que en vidas y desplazados ha tenido -y sigue teniendo- la guerra vs. el narco. Entidades enteras en poder de los cárteles prueban la inutilidad de la estrategia represora del estado. La elevación de la violencia, y la progresiva disminución de las inversiones productivas que precisa el país para crecer y desarrollarse, son sólo algunos de los nefastos efectos de ese gravísimo error táctico.

Las posturas inmovilistas

   Pero antes de hacer una síntesis de las ideas expuestas por los ponentes, conviene trazar un esbozo de la situación que prevalece en los círculos del poder, tanto en México como en el resto del mundo. Para desánimo de muchos, Peña Nieto ya se declaró opuesto a la legalización. ¿Adoptó el presidente esa posición para no confrontarse con Barack Obama, el mandatario estadounidense? Quizá. De otro lado, interrogado al respecto el papa Francisco -líder del catolicismo mundial- dijo no ver en la despenalización la solución del problema.

Los organismos internacionales… y los países afectados

   La ONU es cautelosa al respecto, pese a que una comisión de esa organización -integrada por tres ex presidentes de Latino América- fue la primera en abogar formalmente por la legalización. La OEA, en cambio, se manifiesta inclinada a avanzar en el debate. Y no se nos olvide que son varios los mandatarios de los países de Centro y Sudamérica -los más azotados junto con México por el flagelo del narcotráfico- los que insisten en la necesidad urgente de dar a las políticas anti-drogas un enfoque distinto al meramente punitivo.

Uruguay y su admirable presidente

   La República Oriental del Uruguay, hoy presidida por José Mujica -hombre de talento y sensibilidad excepcionales- dio un paso decisivo hacia adelante: hizo legal el consumo de hasta 40 gr. de canabis y -para que la medida hiciera sentido- creó un instituto que controlará la producción, acopio y venta de la yerba. Le recomiendo, lector amigo, buscar en Google una entrevista que al citado mandatario le hiciera la televisión española (TVE): (Entrevista a Jose Mujica, presidente de Uruguay, en Los Desayunos). Créame, no tiene desperdicio.   

Juan Ramón de la Fuente

   Firme convencido que soy de la tesis de la legalización, me pareció que, en el foro de referencia, se dijeron cosas de interés. A su turno, cada expositor aportó datos contundentes. De la Fuente -ex secretario de Salubridad y ex rector de la UNAM- afirmó, entre otras cosas, que la canabis es la menos adictiva de las drogas y la que menos se asocia a la violencia. Y cerró su intervención con una pregunta impactante: si usted o yo, amigo lector, tuviéramos un hijo o una hija adicta, ¿los querríamos en la cárcel… o en un centro de salud?

Héctor Aguilar Camín

  Aguilar Camín moderó el encuentro. Como introducción hizo saber lo que muchos ignoran: que desde 2009, el consumo no se penaliza en México, pero que es tan pequeña la cantidad autorizada para que lleve consigo el adicto que, en la práctica, tan relativa liberalización se vuelve inoperante. Su propuesta consiste en aumentar hasta límites razonables el peso de las sustancias de los enervantes que puede portar el consumidor para uso personal. Ello evitaría miles de privaciones injustas de la libertad… y descongestionaría las cárceles mexicanas.    

María Elena Morera

   María Elena Morera señaló que, por ejemplo, la cantidad de cocaína admitida es de 0.5 gr., lo que es absurdo en virtud de que, las llamadas grapas -envoltorio estándar con que se expende el enervante- pesan 1 gr.; es decir, el doble de lo permitido. Ello hace que un consumidor ocasional pueda ser procesado penalmente al descubrírsele en posesión de uno de esos papelillos. Y con toda razón, la señora Morera exigió que los recursos destinados a la punición se orienten a la educación, prevención y rehabilitación de los adictos.

Alejandro Gómez Mont

  Gómez Mont -ex secretario de Gobernación- hizo saber que, en atención a la constitución libre y soberana de los estados de la federación, todos ellos están técnica y legalmente en capacidad de legislar en la materia. Y con pleno conocimiento de lo que hablaba, y a la vista de la tragedia que vive México al respecto, aseveró que es imprescindible ensayar una vía distinta a la de la prohibición. Imposible olvidar que, a poco de ser nombrado titular de Gobernación, Gómez Mont retó a los cárteles; el costo del desplante lo conocemos: 60 mil muertos.

Pedro Aspe

   Pedro Aspe -ex secretario de Hacienda- explicó que, mientras el comercio ilegal de las drogas suponga al traficante una renta de cuantía extraordinaria, será imposible enfrentar su potencia financiera y, por ende, su capacidad de fuego y su habilidad corruptora. Y dejó claro que, aunque parezca paradójico, las incautaciones de los estupefacientes elevan los precios y, por tanto, también las utilidades de la cada vez más extensa y desarrollada red de agricultores, procesadores, transportistas y distribuidores de ese tipo de productos.

Jorge Castañeda

   Y Jorge Castañeda -ex secretario de Relaciones Exteriores- sugirió -apoyado en lo dicho antes por el abogado Gómez Mont- que, así como varios estados de la Unión Americana ya han legalizado, no sólo el consumo sino también la siembra y comercialización de la mariguana, el Distrito Federal podría seguir un camino semejante. La propuesta se constituyó en un desafío para Miguel Mancera y para el PRD, que se han manifestado abiertos a considerar la introducción de normas más laxas en las leyes de la capital de la República.

Claridad de objetivos

  Lo dicho; el debate avanza… y va superando barreras. Ojalá que cuando se llegue a la regulación se esté todavía a tiempo de controlar a bandas criminales que han hecho del tráfico de sustancias prohibidas el oficio más rentable de todos cuantos existen sobre la faz de la tierra. El vicio es, y ha sido siempre, inherente a la condición humana; por tanto, es absurdo creer que la solución es extinguir la demanda; eso, amigo lector, nunca ocurrirá. Quitémosle el negocio al crimen, eduquemos a los jóvenes y atendamos a los adictos. ¡No hay otro camino!

ANTENA INTERNACIONAL

Más del papa Francisco

    El jefe de la Iglesia católica sorprendió al defender con nitidez el Estado laico -El País, 28 julio-: “…la convivencia pacífica entre las diferentes religiones se ve beneficiada por la laicidad del Estado, que, sin asumir como propia ninguna posición confesional, respeta y valora la presencia del factor religioso en la sociedad…”. Ojalá que el pensamiento del sucesor de Pedro oriente al alto clero mexicano, y se decidan a dejar en paz las disposiciones de nuestra Constitución en la materia, en particular lo que se refiere a sus artículos 3° y 24.

LA FRASE

   También es del papa Bergoglio:

“…si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?...”

  El pontífice argentino parece tener una visión más liberal que la de sus predecesores Ratzinger y Wojtyla en asuntos a los que la Iglesia siempre les había escurrido el bulto. ¿Qué diría ahora -por ejemplo- el hoy por fortuna ya retirado cardenal de Guadalajara Juan Sandoval Íñiguez? Aún se recuerda la catarata de dicterios que profirió en cierta memorable ocasión contra las personas de inclinaciones sexuales diferentes?